lunes, 24 de octubre de 2011

El derbi de Manchester en diez claves

Me gustaría contar con más tiempo para desmenuzar detalladamente todo lo que dio de sí un derbi mancuniano que a buen seguro será recordado durante años. El City dejó la cara de los futbolistas del United a juego con la camiseta endosándoles un doloroso set, abriendo una de esas heridas de cicatrización complicada. Algunos hablan incluso de un antes y un después. Es arriesgado decirlo así, pero no cabe duda que lo de ayer puede ser el primer aperitivo de lo que está por venir.

Ya el pasado verano los Citizens pusieron en problemas a sus vecinos durante la Community Shield adelantándose por 2-0 en un choque que acabaron llevándose los "Red Devils" gracias al planteamiento que salió de la varita mágica de Ferguson. Fue un aviso y ayer sonó definitivamente la alarma. Claro, conciso y al pie; estos son para mi los diez puntos más destacables de un 1-6 que ya es historia reciente de la Premier.

1. Con Tévez en el horizonte: Un partido debe empezar analizándose por la previa y en ella el argentino fue el protagonista. El desprecio hacia su figura fue lo único que puso de acuerdo a las dos aficiones. En una iniciativa apadrinada por la casa de apuestas "Betfair" se habilitó un camión de basura con los colores de ambos clubes para que los forofos indignados depositaran en él las camisetas con el nombre del "Apache". Éstas serán donadas a los más desfavorecidos.

2. "Why always me?": Cuando Mancini dio el once nadie entendía el porqué de la titularidad de Mario Balotelli, más después de que el delantero provocara horas antes un incendio en su casa manipulando fuegos artificiales. De hecho mucha gente aún no se explica como sigue formando parte de la plantilla a pesar de sus múltiples polémicas.

Corría el minuto 23 cuando cazó un balón al borde del área. Golpeó suave, abajo, lejos del alcance de De Gea. Y tras hacerlo se quedó congelado. Muchos incluso pensaron que el gol había sido anulado. Entonces se levantó la camiseta y las tres palabras estampadas fueron mostradas al mundo. Escupió su mensaje a los medios, los mismos que le vigilan esperando su siguiente traspiés. Los mismos que se hacen eco de lo ocurrido esta mañana cuando, tras descapotar su Bentley, Balotelli se ha dirigido al centro de Manchester con la música a todo trapo saludando a aquél que se cruzaba. Quizás sí él mismo tratara de responderse a su pregunta, se convertiría finalmente en ese gran futbolista que todos esperamos.

3. A ritmo de Silva: El canario es probablemente a día de hoy el jugador con más clase de toda la Premier League. Y eso son palabras mayores. Su partido de ayer es monumental, antológico. Todos los balones que tocaron sus botas fueron jugados con criterio, hizo sonar una sinfonía balompédica que hizo placentera la digestión del respetable. Anotó un tanto, participó en otros tres, abrió espacios, se ofreció a los compañeros e incluso bajó a defender en área propia. En el mejor teatro posible, el de los sueños, Silva se adueñó del escenario.

4. El gran ignorado: La posición de lateral es una de las más ingratas del fútbol. Está obligado a subir, a bajar, a centrar, a cortar las acciones de peligro con precisión y a medirse cuerpo a cuerpo con los tipos más habilidosos. Generalmente uno de esos aspectos suele fallar en 90 minutos y tirar por tierra una buena actuación individual. Micah Richards consiguió hacerlo ayer todo bien. Tras tomarle la medida a Ashley Young en los primeros compases, se hizo omnipresente en el campo. Minó la moral de su compatriota, también la de Nani cuando se cambiaba de lado y habría hundido en la miseria a cualquiera que se le hubiera puesto por medio. Además se ofreció en ataque y le regaló el gol a Agüero. Mejor imposible.

5. Asociación en los últimos metros: Los movimientos en banda que realiza el City en los tres primeros goles deberían ser ejemplo en los manuales. Velocidad, precisión en los pases, desmarques, colocación, apoyos, centros, remates... toda una clase de fútbol por fascículos que hizo trizas a la impotente defensa local.

6. Un calvario anunciado: Hay días que es mejor no levantarse. Eso debió pensar al menos Evans. Saltó al campo como titular a pesar de las voces unánimes que reclamaban la presencia de Phil Jones acompañando a Rio Ferdinand. Perdido durante la primera mitad, falló una ocasión clara a la salida de un córner. Tras la reanudación, aguantó sobre el césped un minuto y seis segundos, lo que tardó en derribar a Balotelli cuando este enfilaba la portería después de ganarle la espalda. Fue el principio del fin.

7. Cortocircuito en el centro del campo: Con Anderson engullido por Barry y Touré, Nani con la cabeza en otro lado y Young preocupado solo del aspecto ofensivo; el castillo se desmoronó por la base. Fletcher se vio obligado a multiplicarse por cuatro para cubrir el mayor campo posible y Rooney y Welbeck tuvieron que bajar en ocasiones a terreno propio para recibir el esférico. Lejos de su hábitat natural dejaron de ser leones para convertirse en pollos sin cabeza.

8. Ausencia de "vergüenza torera": Si bien es cierto que el resultado es justo, conviene decir también que tiene tintes engañosos por dos motivos: Uno, ya lo he comentado, la expulsión de Evans. El otro, la desfachatez de unos jugadores del United superados por la situación. Quizás porque muchos de ellos no se habían visto en nada semejante o porque no son conscientes de la camiseta que visten, bajaron los brazos incomprensiblemente en el tramo final. Los tres últimos goles llegan al borde del noventa, incluido el que marca Dzeko tras un córner en el que la defensa se queda mirando como hasta dos rivales tocan libres de marca. Los gestos de frustración de De Gea cuando Silva le bate entre las piernas son el más fiel reflejo de lo que pasaba por sus cabezas.

9. Esos pequeños gestos: Acostumbrados a su semblante serio y poco expresivo, la sonrisa de Mancini, a caballo entre la sorpresa y la satisfacción, fue una de las imágenes del partido. La otra fue la de los jugadores visitantes recreándose en su dicha. Como si fueran críos orgullosos en el patio del colegio, disfrutaban sacando las manos a cada gol ante los rostros desencajados de los pobladores de la grada.

10. Sinceridad y resignación: "Fue el peor día de nuestra historia. Incluso como jugador no creo que nunca perdiera por 1-6. No puedo creerme este marcador". Estas eran las palabras que salían de la boca de Alex Ferguson en sala de prensa. Mayores si tenemos en cuenta que las pronuncia un hombre que el próximo 5 de noviembre cumplirá un cuarto de siglo al frente del club. Él mejor que nadie sabe lo duro que ha sido el palo. Tiene ahora un duro trabajo por delante en lo futbolístico y en lo anímico para recuperar una dignidad perdida de la noche a la mañana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chapó al artículo. Bien escrito, con criterio y bien documentado. Enhorabuena crack

Anónimo dijo...

Muy buen Post. Disfruté mucho leyéndolo.

Anónimo dijo...

Toda una lección de fútbol la del City.

Toda una lección de periodismo deportivo el post.

Enhorabuena y que no decaiga.

CMG