miércoles, 14 de enero de 2009

¿Qué ha sido de... Héctor Cúper?

No hace mucho que veíamos por España a Héctor Cúper entrenando al Betis. El argentino, capaz de lo mejor y de lo peor, salía escaldado del Ruiz de Lopera, como antes lo hizo del Inter de Milán o del Mallorca en su última etapa. Sin embargo el argentino también conoció el éxito. No sólo lo conoció sino que lo acarició con los dedos.

Aquellas dos finales de Champions con el Valencia y la de la Recopa con el Mallorca quedarán en el imaginario de la afición española como sus grandes hazañas. Sin embargo está claro, Cúper nunca fue un hombre de partidos decisivos. Su trabajo era torear como los maestros, colocar las banderillas de forma impecable y fallar en la suerte final.

Precisamente sus dos derrotas en la época dorada del Valencia me traen a la mente el nombre de otro entrenador, su alter ego Klaus Töpmoller. Ambos parecían tocados por una maldición en su día más importante. El primero, por la suya propia, que decía que perdió un campeonato argentino con Huracán en la última jornada, y dos finales, una de Recopa y otra de Copa del Rey con el Mallorca, ambas a penalties. El segundo por la que aún persigue al que fue su buque insignia, el gran Michael Ballack.

Desde esas derrotas nada volvió a ser lo mismo para ninguno de los dos. Cúper tuvo la posibilidad de entrenar a un grande gracias a su trabajo pero su leyenda se acrecentó cuando perdió una liga, que tenía ganada, en la última jornada y no pasó del tercer puesto en la siguiente. En el caso de Topmöller, nombrado entrenador del año en 2002, no consiguió afianzar su proyecto y fue destituido la temporada siguiente tras la mala marcha del equipo.

Y, a partir de ahí, la oscuridad. El argentino volvió a Mallorca y salvó al equipo in-extremis en la última jornada abandonando al año siguiente cuando los bermellons ocupaban el farolillo rojo. La temporada pasada el Betis primero y el Parma después le dieron la oportunidad de volver a ser grande. De Sevilla se fue por la puerta de atrás y al equipo parmesano, uno de los históricos de Italia, le descendió a la Serie B. Topmöller por su parte emigró de Levekusen a Hamburgo donde algunos aseguran que se volvió loco haciendo alineaciones surrealistas que forzaron su destitución cuando su equipo cerraba la Bundesliga.

Cómo no podía ser de otra forma, el trágico descenso a los infiernos de dos carreras parejas tenía que acabar en el mismo sitio. Desterrados del fútbol moderno primero el alemán y ahora el argentino purgan sus penas como seleccionadores de Georgia, número 108 del mundo.

Abro la dirección de mail a partir de hoy para recibir vuestras aportaciones de cara a esta sección. Si queréis conocer qué ha sido de algún jugador concreto y su perfil me parece lo suficientemente interesante como para escribir sobre él o si sabéis de alguien cuya vida más allá del fútbol merezca ser mencionada no dudéis en escribir a:
deparadinha@hotmail.com
Vuestra colaboración se reconocerá en el post correspondiente que trate sobre vuestra propuesta

1 comentario:

JORGE dijo...

hector cuper siempre me parecio un tecnico demasiado defensivo uy poco abierto al juego ofensivo.solo valoro positivamente su paso por le Mallorca.
saludos crack