Chipre, motivos para creer

Para la historia negra de la selección española quedará, entre sus derrotas más dolorosas, la que sufrió Clemente en territorio chipriota. Aquél 3-2 acabó con el periplo del vasco en el banquillo y se celebró como fiesta nacional en la isla. Una década después, parece que este minúsculo país, de tan sólo 310.000 habitantes, empieza a despertar en el panorama futbolístico. El Anorthosis, uno de los equipos más exóticos que han disputado la Champions a lo largo de su historia (se me ocurren el Thun, el Ferencvacos y no muchos más) se defiende con uñas y dientes en la máxima competición europea y en Nicosia, un joven atacante de tan sólo 20 años empieza a hacerse ver. Demetris Crihistofi se ha convertido en la estrella mediática del país después de que el Omonia pagará por él 850.000 euros al modesto Enosis Neon Paralimniou, en lo que se convirtió en el traspaso más caro de la modesta liga local. Dotado de una velocidad endiablada, una técnica envidiable y un buen control del balón este menudo jugador (1,75 metros) puede moverse por cualquiera de las posiciones ofensivas. Aunque generalmente ocupa el puesto de mediapunta ya se le ha podido ver como extremo derecho contra el Manchester City en copa de la UEFA o como delantero en su selección, con la que ya ha disputado varios encuentros (incluído el que les enfrentó a Italia y en el que a punto estuvieron de dar la campanada). Seguido por algunos grandes de Europa todo apunta a que será el profeta que tanto lleva esperando su tierra, el que confirme que, en Chipre, también se juega al fútbol.

DEMETRIS CRHISTOFI
http://www.youtube.com/watch?v=WfP03A-ENII