viernes, 8 de mayo de 2015

La tardía madurez del Groningen


El Barcelona atraviesa su mejor momento de la temporada y se ha convertido, por méritos propios, en el principal aspirante a conquistar la Liga de Campeones. Varios son los factores de esa mejoría pero sin duda uno de ellos ha sido la adaptación del punta uruguayo Luis Suárez una vez superada la sanción que le hizo perderse los primeros meses con el equipo.

Resulta curioso que ese clímax del charrúa haya coincidido en el tiempo con el del primer club que le trajo a Europa procedente de su país natal. Para el común de los mortales, su árbol genealógico en el deporte rey no va más allá de las dos ramas del Liverpool y el Ájax. Sin embargo hubo un antes, también en Holanda, del que poco se habla.

Para encontrar ese punto de partida hay que desplazarse hasta el norte del país, a una localidad de espíritu universitario en la que se llevan haciendo bien las cosas desde hace muchas temporadas pese a que esa apuesta no haya traído consigo trofeos. Esa dinámica ha cambiado definitivamente este curso con la conquista del entorchado copero.

En una liga dominada casi de forma despótica por dos equipos, tres si incluimos al Feyenoord, se ha producido recientemente un cambio de tendencia. El AZ Alkmaar o el Twente sorprendieron coronándose como campeones y otros como el Vitesse han mejorado su rendimiento. A ese tren del cambio de tendencia no ha sabido subirse por contra el Groningen pese a que asusta mirar la lista de jugadores que han pasado por sus filas.

Convertido en un equipo puente, la entidad a la que definen como 'El orgullo del norte', ha asumido el rol de mercado de gangas. Un lugar al que acudir para comprar barato productos que cuestan mucho menos que su valor real. Contrariamente a lo que sucede con otros el Oporto o el propio Ájax, allí acude la clase media europea en busca de los talentos que les permitan dar un salto de calidad y en el futuro ingresar interesantes sumas.

Así las cosas, en lo que va de siglo esa mezcla de cantera y ojeo ha permitido vestir de verde y blanco a figuras como Arjen Robben, Marcus Berg, Tim Matavz, Dusan Tadic o Virgil van Dijk además del propio Suárez. De ellas solo este último y el ya mencionado Berg fueron traspasados por más de siete millones de euros.

Pese a ello ha sido esta campaña, en la que marchan octavos en la competición regular, cuando se han roto los pronósticos. La plantilla sigue siendo joven pero sus dos goleadores, Chery y De Leeuw, superan los veinticinco años y acumulan ya varias experiencias a sus espaldas. Lo que no consiguieron quienes hoy son estrellas lo han logrado sus menos mediáticos herederos. Paradojas del fútbol.

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