martes, 18 de marzo de 2014

Rivaldo, de la A a la Z


Este fin de semana el fútbol decía adiós a Rivaldo, uno de los jugadores más destacados de finales del siglo pasado. El brasileño cuelga las botas y aleja su espigada figura del césped para llevarla rumbo hacia los despachos. Tras de sí queda un legado importante que en "De paradinha" hemos querido resumir en este abecedario.

A- Atlanta: Los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad estadounidense marcaron un antes y un después en su relación con la torcida brasileña. Con dos puestos fijos para Bebeto y Aldair solo faltaba uno de los destinados a los mayores de veintitrés años. Zagalo apostó finalmente por Rivaldo en detrimento de Romario, algo que no fue del agrado de los aficionados. Estos aprovecharon un fallo suyo en semifinales ante Nigeria para culparle del fracaso nacional.

B- Barcelona: La ciudad donde el astro brasileño se consagró como futbolista. Emblema del conjunto azulgrana desde su llegada hasta su partida, pasó allí cinco campañas en las que disputó casi 200 partidos. Dos trofeos de Liga, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y una Copa Cataluña serían los éxitos colectivos que alcanzaría en el Camp Nou. A ellos se unirían varios individuales cosechados durante esa etapa.

C- Cláusula: Su salida del Deportivo rumbo al Barcelona sentó el precedente en España de una práctica que adquiría tintes de normalidad con el paso de los años, la del pago de la cláusula de rescisión. Los catalanes, que ese mismo verano habían traspasado a Ronaldo al Inter de Milán, dieron un golpe sobre la mesa y en el último aliento del mercado extendieron los veinticuatro millones de euros que exigía la operación. Los gallegos, desarmados, solo pudieron resignarse.

D- Diez: Es el número que tradicionalmente iba impreso en su camiseta. Lo llevó en el tramo final de su estancia en el Barcelona, en la selección brasileña y también durante su experiencia griega; tanto en el Olympiakos como en el AEK de Atenas. Otras veces sus deseos no fueron posibles. Sucedió en el Milán, donde tuvo que aceptar el once en detrimento de Rui Costa.

E- Europa: Rivaldo aterrizó en el viejo continente durante el verano de 1996 cuando el Deportivo de La Coruña pagó por él doce millones de euros al Palmeiras brasileño. Luego llegaría su paso por el Barcelona, su breve estancia en Milán y los años en Grecia. En total cinco clubes le dieron cobijo en tres países diferentes.

F- Faltas: Sin duda una de sus grandes especialidades. Habitualmente solucionaba los libres directos utilizando el golpeo de rosca al palo de la barrera pero se le pudo ver incluso cambiando la dirección del mismo sobre la marcha para engañar al portero. En otras ocasiones recurría a la potencia. Independientemente de la opción que eligiera, su peligro a balón parado era constante.

G- Goles: En torno a doscientos ha firmado a lo largo de toda su carrera como futbolista profesional. Entre otras competiciones; ochenta y cuatro llegaron durante su estancia en la Liga de las Estrellas, más de cuarenta en Grecia, treinta y nueve en torneos continentales europeos y ocho durante los dos Mundiales que llegó a disputar.

H- Hijo: Antes de retirarse. Rivaldo cumplió el sueño de disputar un partido oficial vistiendo la misma elástica que su hijo, más conocido como Rivaldinho. La existencia del retoño fue para mucha gente en el mundo una novedad pero no así para los españoles, que ya le habíamos visto protagonizar varios anuncios de Colacao junto a su padre.

I- Instagram: De todas las redes sociales posibles, esta fue la elegida para dar a conocer de forma oficial su retirada del fútbol. Lo hizo con tres fotografías que representaban la decisión tomada. En una de ellas se le podía ver con lágrimas en los ojos. Además adjuntó un extenso mensaje de agradecimiento a todos sus seguidores. http://instagram.com/p/lkLAcyDyF4/

J- Japón y Corea: El Mundial de 2002, disputado en ambos territorios asiáticos, fue el único que Rivaldo logró como jugador. Lo alcanzó además de una manera brillante, anotando cinco goles y dejando una gran actuación personal. Quedaba así atrás la sensación de amargura vivida cuatro años antes en Francia, donde la selección anfitriona se impuso claramente en la final.

K- Kabuscorp: De todos los sitios donde uno esperaría ver jugando a Rivaldo, Angola es uno de los más improbables. Y sin embargo sucedió. Durante una campaña el brasileño probó suerte en la Girabola, ya al borde de las cuatro décadas. Toda una experiencia para ambas partes que tuvo su origen en una profecía. Y es que, según él mismo ha contado, mucho antes de recibir la oferta su asesor espiritual ya le había dicho que algún día acabaría allí. Más allá de lo futbolístico, el jugador dejó su selló construyendo allí una iglesia evangélica.

L- Lendoiro: Hombre con fama de duro negociador y constructor del "Superdepor", el presidente del Deportivo de La Coruña fue quien se esforzó por traerlo y uno de los que más sufrió por la impotencia de verle marchar al Barcelona sin poder reaccionar. Al final ese "dolor" se compensaría con el campeonato de Liga logrado poco después.

M- Mogi Mirim: Este modesto club del interior de Sao Paulo, que presidía en los últimos meses, ha sido también el que le ha visto colgar las botas. No ha supuesto su única etapa defendiendo ese escudo ya que también lo hizo al comienzo de su trayectoria y cuando decidió retornar a su país natal tras la exótica experiencia en el Bunyodkor.

N- Niñez: Como la de tantas otras superestrellass, la infancia de Rivaldo no fue nada fácil. Hijo de un jardinero municipal que aportaba el único sueldo a la casa, caminaba descalzo y vio como se le pudrían los dientes por malnutrición. A los once años vendía bombones y chicles en la playa al tiempo que adiestraba gallos de pelea. Cualquier cosa valía para contribuir a la economía familiar. Todo cambió cuando le regalaron unas botas de fútbol y pasó una prueba con el Santa Cruz. Era un premio aunque tuviera que andar  más de quince kilómetros todos los días para ir a entrenar. Pese a ello aún tendría que lidiar con una desgracia más, el atropello mortal de su progenitor cuando aún era un adolescente.

O- Oro: De este material está hecho el balón que le acreditó como el mejor jugador del mundo en el año 1999. No fue su única distinción individual. Esa misma campaña, la mejor en lo que a los reconocimientos se refiere, fue premiado también con el FIFA World Player o con el Trofeo EFE al mejor futbolista iberoamericano de la Liga Española.

P- Paulista: Este es el nombre de la localidad de Pernambuco en la que vino al mundo nuestro protagonista y al mismo tiempo el gentilicio con el que se designa a todos aquellos naturales del estado de Sao Paulo. En ese lugar es leyenda tras defender los intereses de los tres grandes equipos de la zona; el Palmeiras, el Corinthians y el Sao Paulo.

Q- Quince: Ese es el número de clubes en los que Rivaldo ha jugado como profesional desde que arrancara su carrera. Ocho fueron en Brasil (Paulista, Santa Cruz, Mogi Mirim, Corinthians, Palmeiras, Cruzeiro, Sao Paulo y Sao Caetano), dos en España (Deportivo y Barcelona), dos en Grecia (Olympiakos y AEK Atenas), uno en Italia (Milán), uno en Angola (Kabuscorp) y uno más en Uzbekistán (Bunyodkor).

R- Religión: Cristiano evangélico como su esposa Eliza, con el paso de los años mostró unas profundas creencias religiosas. En una entrevista aseguró que esta vocación nació tras dejar el Cruzeiro y aseguró que su mejor trofeo fue "haber conocido a Jesús y seguir su Evangelio". 

S- Sociedades: Conocido es el entendimiento del crack brasileño con algunos de los que se cruzaron en su camino a lo largo de los años. Es el caso de Kluivert en el Barcelona o de Ronaldo en la selección. Relaciones fructíferas que trajeron éxito individual y colectivo.

T- Técnica: Rivaldo era uno de esos futbolistas que parecía levitar por el césped. Su porte elegante y su gran zancada los combinaba con un excelente dominio del esférico. El brasileño era un futbolista completo que manejaba todas las facetas del juego y se valía de su habilidad en el manejo para abrir las defensas, esquivar los golpes y deleitar al respetable con alguna rabona que otra.

U- Uzbekistán: Este país fue el único asiático en el que Rivaldo militó como profesional. Su fichaje lo veían muchos como algo anecdótico pero el caso es que aguantó en el Bunyodkor dos años. Los suficientes para ayudar a conquistar la primera liga de la entidad y para proclamarse pichichi una campaña gracias a sus veinte dianas.

V- Valencia: Si de todas las imágenes que dejó el pernambucano en un campo de fútbol hubiera que quedarse con una, probablemente la gran mayoría de los encuestados elegirían la chilena que realizó contra el Valencia en la última jornada de la Liga 2000-2001. Fue la guinda a una actuación memorable que cerró con un hat trick y la clasificación de su equipo para la previa de la Liga de Campeones.

W- Wembley: La final de la Liga de Campeones conquistada por el Barcelona en este estadio londinense emitía por entonces una larga sombra bajo la cual se encontraba la figura de su gran estrella. Muchos venían en él al líder capaz de guiar al equipo de nuevo hacia el entorchado pero lamentablemente para la afición del Camp Nou esto no sucedió. No fueron, desde luego, los mejores años extramuros. 

X- XIX-XX: Se puede hablar de este atacante como una figura de transición entre dos siglos. Fue junto con Zidane, y con permiso del mejor Ronaldo y de Luis Figo, el futbolista que marcó el estilo en aquellos años donde el mundo se preparaba para el efecto 2.000 y el cambio de milenio.

Y- Yokohama: La ciudad japonesa fue la elegida para la disputa de la final del Mundial de Corea y Japón. Los dos goles de Ronaldo fueron suficientes para decidir el duelo individual ante el guardameta alemán Oliver Khan y darle al combinado sudamericano su quinto campeonato, el primero y el único del centrocampista.

Z- Zurda: La pierna con la que firmó sus mejores goles y regates. El manejo que tenía de ella era exquisito y lo mismo la utilizaba para golpear a puerta que para llevar a cabo un plástico control o asistir a un compañero. El lugar donde nacía la magia.

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