Dsudzsak se hace mayor

Fuente: www.horigo.hu

La principal diferencia entre un buen jugador y un jugador excelente viene marcada por un pequeño y nimio detalle: La capacidad para dar la cara y no arrugarse en los choques más importantes. Si bien esta es una característica que suele aparecer con el paso del tiempo y la experiencia siempre hay lugar para algún jugador precoz capaz de tomar las riendas y cargar a todo un campeón de Europa a sus espaldas en el duelo con más trascendencia de la Liga.

Hasta hace poco más de una semana el húngaro Balazs Dsudzsak era un buen jugador, con una progresión más que interesante y unas condiciones propias del que va camino de convertirse en excelente pelotero. Fue entonces cuando llegó el choque entre el PSV Eindhoven y el Ajax de Amsterdam y todos los pronósticos se cumplieron.

Ambos conjuntos disputaron un partido loco, de fútbol total en el que mirar la portería contraria era el principal objetivo a costa de descuidar la propia. Un partido ideal para el húngaro, que dio todo un recital con dos tantos y una asistencia tras una excelsa jugada individual encaminando a su equipo hacia la victoria por 4-3. El extremo izquierdo del equipo de la Phillips demostró que tiene un misil teledigido en su pierna y si bien en el segundo tanto hubo de colaboración del portero en el primero percutió con potencia y maestría un libre directo desde la frontal.

Sin duda un excelente actuación en el mejor marco posible que ha hecho que se intensifiquen los rumores, ya existentes tiempo atrás, de un futurible traspaso al Arsenal. El equipo londinense, que ha visto como Vermaelen sale rentable busca echar de nuevo sus redes en territorio tulipán y a pesar de que el agente desmiente la oferta no sorprendería que haya noticias de aquí a que se cierre el mercado.

Mientras tanto el jugador, de sólo 22 años, seguirá demostrando que la Eredivise es una liga que se le queda pequeña como la húngara de donde llgó procedente de la gran sorpresa de la Champions League, el Debrecen, hace dos inviernos. Su depurada técnica, su velocidad endiablada y su disparo desde media distancia son armas más que suficientes para ello. Eso y su capacidad para crecerse en los partidos importantes, un distintivo de crack.