viernes, 22 de mayo de 2009

La generación que llega

De todo lo que se ha visto en el Europeo sub-17, que concluyó el pasado lunes con la victoria de la clara favorita, Alemania, es conveniente destacar dos nombres por encima de los demás, el del holandés Ozyaküp, al que ya dediqué algunas palabras durante la retranmisión en directo de la primera semifinal el pasado viernes, y el alemán Buchtmann, un explosivo jugador que deslumbró en el encuentro contra Inglaterra y que en la final colgó al área la falta del primer gol.

Los equipos ingleses, factorías de grandes ojeadores, ya se habían adelantado al resto del mundo y les tenían firmados desde antes del torneo, conocedores de que podían explotar durante la cita. El primero, Ozyaküp, es un exquisito mediapunta con una gran visión de juego y que se maneja muy bien con el balón en los pies. Sin embargo, todo hay que decirlo, dio las sensación de desinflarse en los partidos importantes. En el Arsenal tienen muchas esperanzas puestas en él y esperan que se convierta en el nuevo Cesc, aunque la comparación, al menos de momento, es odiosa.

Chris Buchtmann, por su parte, es un centrocampista con una innata capacidad para el desborde y un guante en su pierna izquierda, con el que coloca centros milimétricos. Además posee nociones tácticas más que reseñables y una buena capacidad para el desmarque, habilidades todas ellas que parecen proceder de su formación en la cantero del Liverpool, en la que se ha convertido en uno de los valores más en alza.

Sin embargo no es justo resaltar a sólo dos hombres de todo el campeonato. Si Ozyaküp y Buchtmann son los que han puesto la calidad tanto Castaignos como Thy han sido los que han llevado el balón a la red, convirtiéndose en los pichichis del campeonato. El primero, que termina de cultivarse en la cantera del Feyeenord ha demostrado ser un delantero corpulento y fuerte con una enorme capacidad de sacrificio y más técnica de la que las apariencias apuntan. Thy por su parte es un excelente rematador de área con buenas dotes para la anticipación que puede dar muchas alegrías al Werder en el futuro.

Junto a ellos, y no por debajo, aparecen otros dos jugadores alemanes y un suizo. Más intermitente que Buchtmann pero quizás más técnico es Mario Goetze, un centrocampista del Borussia Dortmund que con el 10 a la espalda ha dejado los que probablemente hayan sido los dos detalles más hermosos del torneo: Un gol en el que sentó a media defensa inglesa y un regate inverosímil en un palmo de terreno contra Italia que acabaría en gol de Basala-Mazana. Precisamente este último es el segundo jugador alemán al que me quería referir, un lateral enormemente potente con muchísimo recorrido y capaz de pisar área si la situación lo requiere.

El último jugador del que hablaré es Janick Kamber, un todocampista helvético bastante regular y sobre el que pivotaba el juego de su equipo. Al igual que todos sus compañeros juega en un mercado relativamente asequible como es el de su país por lo que no sería extraño ver algún que otro movimiento migratorio este verano.

Alguno de todos estos nombres se quedará por el camino pero en sus botas está el futuro del fútbol europeo, que de momento parece gozar de una salud envidiable. Me gustaría dedicar ya de paso unas líneas a la excelente organización del torneo y a los aficionados. Está claro que Alemania siempre cumple y esta vez no ha sido una excepción. La asistencia ha sido envidiable y sólo dejar en su haber el pésimo horario destinado a la final, un lunes a las 10 de la mañana.

2 comentarios:

Tartarus dijo...

Otra de las claves del apogero de la premier , los clubes tienen muy controladas a todas las promesas ya sean europeas o surámericanas

JORGE dijo...

buen articulo pero nada que ver con el homenaje a Benedetti todavia me emociono leyendo EL CESPED.
Saludos crack.Quizas en España deberian aprender a prestar mas atencion a eso torneos