Pogba, el último expoliado

Hasta el pasado lunes desconocía la existencia del francés Paul Pogba, un mediocentro de 16 años que al parecer jugaba en el Le Havre. A día de hoy sigo sin conocerlo ya que las referencias que existen de él son escasas aunque el fichaje por el Manchester de este imberbe mediocampista de 1,86 haya dado la vuelta al mundo.

Ahora bien lo que sí se, o al menos sí opino, es que las cosas se están yendo de las manos en el fútbl actual. Me quejaba abiertamente hace dos semanas del caso del chaval boliviano al que habían hecho debutar en primera división con 12 años y si ese aspecto me pareció escandaloso no me lo parece menos el del bueno de Pogba, que no dudo que llegará a estrella.

Al final se lo ha llevado el equipo de Ferguson pero me hubiera parecido igual de denunciable si hubiera fichado por el Arsenal, el Barcelona, el Real Madrid o el Bollulos de Arriba. Ya no existen escrúpulos a la hora de comerciar con menores en el ámbito futbolístico y en moverlos de su tierra y de su país cuando aún están en edad de disfrutar jugando.

Es la eterna obsesión por crear máquinas jóvenes dedicadas en cuerpo y alma al fútbol. En ocasiones sale bien (véase el caso de Messi). Pero... ¿Qué pasa cuando a jugada sale mal?. Recuerdo por ejemplo el caso de Freddie Adu y su debut. Se quiso hacer de él un elemento mesiánico y para los que le hayáis perdido de vista, calienta el banquillo del Mónaco tras hacer lo propio en el del Benfica.

Lo mismo podría suceder con Pogba y su prometedor futuro. Puede pasar que el joven francés llegue a Inglaterra, le cueste aprender el idioma o adaptarse al clima, se estrese, se bloquee (algo normal en un chaval de su edad sometido a semejante presión), tenga una lesión o algún problema e inmediatamente sea cortado rumbo a algún país báltico o balcánico donde acabe desmotivado. Este es el fútbol que estamos fabricando, en el que se exigen responsabilidades a gente que no está preparada para afrontarlas.

Todo eso por no hablar del expolio hacia los equipos que han formado al jugador. En ocasiones se pagan cifras irrisorias acogiéndose al deseo del chaval (¿Quién no quiere jugar con 15 años en un grande de Europa?) y en otras, como en este caso, ni eso. El Manchester se ha hecho por la espalda con el joven del Le Havre pero detrás había otros cuatro o cinco buitres con las mismas aviesas intenciones.

Y mientras nadie toma cartas en el asunto. La FIFA y la UEFA de vez en cuando se quejan con la boca muy muy chica de que no es una actividad lícita pero luego callan ante todo por el interés que tienen en no enfadar a los equipos importantes. El siguiente paso es acudir a la puerta de un campo de entrenamiento y secuestrar en la misma puerta al chaval que destaque sin avisar a los padres y sin darle tiempo ha hacer las maletas. Si no, al tiempo.

Durante las próximas dos semanas me tomo las que creo que son unas merecidas vacaciones después de un año de no parar. El blog permanecerá inactivo durante ese tiempo.