Fuente: Notas de fútbolHablando el pasado viernes de la selección sub-20 de Uruguay y de su buena actuación en el Sudamericano de la categoría, profanada por cierto por la mejor versión de una Brasil a la que todos deseábamos ver por fin disputando un buen encuentro, me vino a la mente el nombre de uno de los jugadores con más relevancia del país, con permiso por supuesto del gran Schiaffino.
No hace mucho, sólo 8 años, que Álvaro Recoba se encontraba en la cresta de la ola. Por aquél entonces era un prometedor jugador de 25 años al que el Inter había traído desde Uruguay cuatro temporadas antes y al que pagaba el sueldo más elevado del mundo, nada más y nada menos que siete millones y medio de dólares.
Entonces se vio salpicado por el escándalo de los pasaportes falsos, que por aquél entonces estaba de moda, y allí empezó su cuesta abajo. Una cuesta abajo que por supuesto no se puede achacar sólo a esto. El "Chino" nunca tuvo suerte con la lesiones y tampoco fue regular, alternando actuaciones estratosféricas con partidos en los que parecía que su equipo jugaba con diez sobre el campo.
Recoba siempre fue un jugador con una gran clase y un soberbio golpeo del balón pero nunca tuvo la cabeza lo suficientemente amueblada como para asimilar las dotes que Dios le dio para el balompié. Tras su paso por el Inter, la temporada pasada fue cedido al Torino, dónde le recibieron como una especie de Mesías que pondría a su equipo a la altura de la Juventus. Sin embargo el balance no se correspondió con la expectación y sólo jugó 22 partidos, lastrado por las lesiones a mediados de temporada.
De vuelta en Milán se encontró con que ya no había sitio para él. Una eterna promesa que ya superaba la treintena no era plato de gusto de Mourinho, cuyo overbooking en la zona ofensiva aún le sigue causando quebraderos de cabeza.
Libre para decidir, Recoba escogió el Panionios griego, donde se convirtió en el fichaje más importante de su historia y donde disfruta del fútbol ajeno a los focos y a la presión de tener que demostrar constantemente que nació para ser una estrella. Junto a él, y esto más a modo de curiosidad que de otra cosa, está Fabián Estoyanoff otro urugayo conocido por la afición española y que a mí personalmente nunca me disgustó, aunque esta afirmación probablemente me cueste las críticas de los seguidores del Deportivo que leéis el blog.
Os dejo un vídeo de los buenos momentos de Recoba, incluído uno de los mejores goles de falta que recuerdan mis ojos y que podréis ver a eso del minuto y 15 segundos y más adelante.
4 comentarios:
Grandisimo futbolista que le perjudico su manera de ver el futbol, pero sin dudas es un crack.las lesiones tampoco le ayudaron.
saludos
Estoy de acuerdo con Jorge, este jugador era un crack. Y digo era porque ya hasta da un poco de pena verle vagabundear por los campos, pese a que todavía está en edad para jugar.
Un saludo!!
El genio más desaprovechado del fútbol moderno sin ninguna duda. Me acuerdo de una temporada en el Inter con Vieri, Ronaldo, Roberto Baggio, Seedorf o Pirlo... mucho jugón para el pobre rendimiento que les sacó Héctor Cúper.
Si hubiera echo bien las cosas en su vida ,seguro le hubiera ido bien pero se mareo con el dinero y los aplausos este es un dicho de el mismo es un fracaso futbolistico y familiar lamentablemente pero que siga con perrone seguro llegara.... mmmmm un poqquito masssssssssss cerca de la mala vida y que pague las pensiones de sus hijos ....
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