viernes, 13 de febrero de 2009

La generación de "Petrolito"

Generalmente el post de los viernes suele estar dedicado a un jugador individual pero hoy me permitiré el lujo de hablar de un colectivo. Continuaré, por si alguno no quiere seguir leyendo estas líneas una vez conocido el tema, con mi obsesión, casi enfemiza, por el Sudamericano Sub-20. Al margen de la victoria de Brasil y de la explosión de Uurugay, casi el hito más meritorio ha sido la clasificación para el Mundial de Venezuela. Los "vinotinto", apoyados por su público han demostrado que con corazón todo es posible y en unos tiempos en donde los viejos valores se han ido perdiendo en pos de las filigranas es algo cuanto menos admirable.

Los venezolanos no han sido, ni de lejos, una de las mejores selecciones del torneo. No había ningún jugador destacado técnicamente ni ningún fuera de serie, sólo un grupo de currantes que suplían sus carencias con el aliento que llegaba desde las gradas.

Sólo con sangre fría, paciencia, cabeza y el espíritu nacional del que sabe que pocas veces tendrá una oportunidad como esta han logrado un éxito más que merecido. Eso y suerte, que siempre es necesaria en el fútbol. El equipo fue el más regular en la primera fase. Ni una sóla derrota y sólo una victoria ante Perú. Eso sí, puntuar en todos los partidos les valió para ser primeros de grupo ante la inoperancia de Argentina. Un primer puesto engañoso ya que los "vinotinto" pudieron quedarse fuera perfectamente en la última jornada. Aquella tarde, en un partido a vida o muerte contra Colombia surgió la figura del mejor portero del torneo, Romo, que atajó un agónico penalty en el minuto 93 que les echaba fuera, todo después de que los colombianos se estrellaran hasta dos veces contra los palos.

Con Venezuela en segunda fase como primera de grupo la mayoría de los analistas e hinchas se fortaban los ojos. Más aún cuando el combinado debutaba con victoria ante Colombia, a quien se enfrentaba por segunda vez tras la agonía. Lo que vino después hizo que aquellos que no daban un duro por los locales volvieran a asomar la cabeza. Dos derrotas por 3-0 ante Paraguay y Brasil les bajaban de la nube y pintaban un panorama desolador.

Por delante quedaban Argentina y la temibe Uruguay. Y de nuevo salieron los arrestos. Contra la albiceleste se logró, al igual que en la primera fase, un empate a uno que hizo creer en el milagro. Y ahí, de nuevo en el momento clave, en el ser o no ser, volvía aparecer la suerte. Los uruguayos llegaban sin ninguna aspiración una vez que sabían que no podrían ganar el torneo. Venezuela necesitaba ganar, y con un pueblo a sus espaldas ganó.

Se había obrado el milagro y Venezuela jugará, por primera vez en su historia un mundial de fútbol, algo que nunca había logrado en ninguna categoría. La que siempre se ha considerado la peor selección del continente, el pupas sudamericano, tendrá por fin su oportunidad. Egipto espera orgullosa a Rondón, a Velasquez, a Del Valle o a Acosta la generación de "Petrolito", a la que he decido bautizar así en honor a la mascota del campeonato. Para los que no la hayáis visto no es sino un pozo petrolífero con ojos y boca. ¿Quién dijo que política y fútbol no podían mezclarse?

3 comentarios:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Gran informe. Me alegro por Venezuela. Merecía un triunfo así. Un abrazo.

No, gracia a vo´ dijo...

En notorio el fracaso del fútbol argentino. Solo faltó el conjunto albicelesta para completar el poker de selecciones sudamericanas con más prestigio en esta categoría.
A pesar de la desazón lógica, creo que el fútbol venezolano merece esta alegría. Ahora esperemos que Chávez pierda el referendum para que la fiesta sea completa!

Saludos.

Migue

José Sellés dijo...

Hola, está bien este artículo, ¿Viste el Betis- Barcelona?,
por favor visitime en
futbol-chicks.blogspot.com
GRACIAS