jueves, 11 de septiembre de 2008

W de Vendetta

Lo que dio de sí la segunda jornada de la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica daría para escribir un libro. Vayamos por partes. El partido que más expectación levantaba por el componente morboso que implicaba el que Inglaterra se enfrentara a Croacia, el combinado que le impidó ir a la Eurocopa, tuvo un nombre propio: Theo Walcott. El joven extremo del Arsenal, se reivindicó con tres goles y de paso calló las bocas de aquellos que criticaban a Capello por alinearle en lugar de Beckham. El juego de los británicos mejoró, sobre todo gracias a que las bandas cobraron protagonismo, a que el equipo tuvo más y tocó mejor el balón (como muestra el segundo tanto de Walcott) y a la búsqueda de la profundidad, con una defensa balcánica a la que no le hubiera venido mal utilizar unos retorvisores para darse cuenta del mundo por descubrir que dejaban a sus espaldas. Sin embargo que nadie se engañe. Croacia jugó con diez casi todo el segundo tiempo por culpa de una desconexión cerebral de Kovac (decidió sacar el codo a paseo contra la cabeza de Joe Cole, que tuvo que ser retirado del terreno de juego sangrando a borbotones y conmocionado) y los de Capello gozaron de una efectividad pasmosa (4 tantos en 9 intentos).

Otro partido que despertaba interés era el Francia-Serbia. Tras la dolorosa y sonrojante derrota gala contra Austria, sólo hacía falta otro desliz para guillotinar al controvertido Domenech, que aún vive del crédito que le da la final de un Mundial en la que contaba con un equipo en el que el mismo bloque tenía 2 años menos y en el que jugaba un mago con poco pelo cuya marcha aún se llora en medio mundo. Los goles de Henry (después de una maravillosa jugada en un palmo de terrerno de Govou) y de Anelka que contrarrestaron el posterior tanto serbio, salvaron los muebles, aunque por lo visto sobre el terreno de juego, el bueno de Raymond no debería confiarse.

Alemania por su parte sufrió, como era de esperar, en una ciudad complicada como Helsinki. Sólo el oportunismo y la efectividad de Klose, autor de un Hat-trick, mantuvieron con vida a los teutones, que tuvieron que empatar el partido hasta en tres ocasiones, la última a falta de seis minutos del final tras una jugada en la que hubo nada más y nada menos que 7 rebotes y en la que Mario Gómez peleó hasta la extenuación un balón que recuperó en el medio campo.

En lo que se refiere a Italia, esta vez fue De Rossi el que solucionó el trámite contra Georgia con dos goles (el primero con un zapatazo soberbio desde fuera del área) como ya hiciera el sábado Di Natale contra Chipre. La principal diferencia entre los dos encuentros es que en el primero Italia no supo marcar y dormir el partido, lo que dió alas a los chipriotas. Ayer, aunque el juego no fue muy vistoso queda el consuelo de que los de Lippi aprendieron la lección, siempre con la ayuda del combinado de Héctor Cúper, que no hizo nada por remediarlo.

En el apartado de grandes sorpresas, una supera lo imaginable. Luxemburgo, número 152 en el ranking FIFA, fue capaz de ganar a Suiza, que a pesar de quedar eliminada en la primera fase de la Eurocopa, demostró un juego solvente con jugadores que apuntan maneras como Gelson Fernandes o Dirdayok. La clave esta vez estuvo en la pizarra. Dos jugadas ensayadas en falta dieron a los luxemburgueses una victoria histórica contra sus vecinos... y encima a domicilio. Como héroe nacional quedará Alphonse Leweck, autor del segundo gol, cuyo apartado en la Wikipedia ya había sido actualizado con su hazaña esa misma noche.

Si sorprendente fue este encuentro no lo fue menos la derrota de Portugal en casa contra Dinamarca. El duelo fue trepidante como lo demuestra el hecho de que de los cinco goles cuatro se marcaran en los últimos diez minutos. Comenzó adelántándose Portugal con un gol de Nani que probablemente sea el mejor de la noche europea. Aunque por cuestiones de tiempo las televisiones sólo han ofrecido el final del gol lo cierto es que éste nació en defensa y llegó al área después de una jugada en la que los lusos dieron casi 20 pases seguidos. La celebración por cierto no le fue a la zaga, con Nani pidiendo a gritos ser convocado por la selección portuguesa de Gimnasia en las Olimpiadas de Londres 2012. El caso es que el combinado de Queiroz jugó bien pero perdonó en los metros finales ante la carencia de un delantero centro que marque las diferencias, algo que se viene dando desde tiempos del gran Eusebio. Debutó Danny, el jugador en el que tanto dinero ha invertido el Zenit y no defraudó. Su movilidad y su capacidad para el desmarque trajo en jaque a los daneses y sólo le faltó el gol como premio a unos minutos muy completos. Sin embargo el que perdona lo paga, y más si es ante un equipo con los arrestos de Dinamarca. Los nórdicos empataron en el 80 por medio de Bedtner y fueron capaces de remontar un tanto de penalty rigurorísimo anotado por Deco en la siguiente jugada.

En cuanto a España, continúa jugando el fútbol sólido pero con calidad que tanto éxito dio en la Eurocopa. El partido de ayer y el del pasado sábado no arrojan muchas pistas del nivel de los nuestros y de los cambios del equipo desde la llegada de Del Bosque así que habrá que esperar hasta el primer test serio con el Mundial en juego contra Bélgica dentro de un mes. Los centroeuropeos, con un equipo cuya base la forma la selección que quedó cuarta en las pasadas Olimpiadas serán una buena piedra de toque. De momento ayer consiguieron un meritorio empate en tierras turcas.

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