Después del meritorio triunfo del Olympiakos frente al Manchester United ayer por la noche en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones hoy me apetece dedicar esta sección a un futbolista que vistió la elástica del mítico conjunto heleno y que incluso hizo historia en la máxima competición europea con ella puesta.
Nacido en Accra (Ghana), sus dotes para el deporte rey le permitieron abandonar pronto su Ghana natal para labrarse un futuro en Europa después de despuntar en el Ashanti Goldfields. Y pronto es pronto en el sentido literal pues con solo quince años recibió la alternativa al profesionalismo. Lo hizo en Kalamata, ciudad griega de sobra conocida por sus aceitunas.
Aquella urbe tranquila en la periferia del Peloponeso pronto se le quedó pequeña con respecto a su enorme talento. Sucedió que, como suele ser habitual, todo ave que vuela en Grecia acaba en la cazuela de los gigantes capitalinos. En este caso le cazó el Olympiakos a cambio de una importante suma de dinero para un chaval que aún no había cumplido la mayoría de edad.
El periplo comenzó bien. Ofori-Quaye contaba con minutos y sabía aprovecharlos. Tal es así que el tanto que adornó una humillante derrota en Champions contra el Roosenborg por 5-1 le convirtió en el goleador más joven del torneo, superando incluso el récord anterior que había sido establecido por el ucraniano Andriy Sevchenko.
Sin embargo su estela se fue apagando con el paso de los meses ante la competencia y los cambios en el banquillo. Finalizada su vinculación con el club y sobrepasado por su temprano éxito y posterior caída, decidió retirarse momentáneamente para aclara sus ideas y asimilar todo lo que había vivido de forma tan rápida e intensa.
Pasado el tiempo, llegó en su auxilio el Liberty Professionals de su país natal. Allí recuperó la forma y la ilusión, elementos suficientes para retomar su carrera en Europa con un regreso a Grecia. Esta vez eligió el OFI de Creta, paso previo a su traslado a tierras hebreas para aceptar una oferta del Hapoel Ironi Kiryat Shmona. El equipo estaba por entonces en crecimiento pero, aunque apuntaba buenas maneras, no era aquél que años más tarde se proclamaría campeón de liga.
La estancia apenas duró una campaña, lo que tardó en volver a la zona que le consagró como joven promesa. Sin embargo esta vez cambió Grecia por Chipre para defender los colores del AEL Limassol. Cuando aquella experiencia terminó, el punta entendió que era el momento de volver a casa. Tras militar en Hearts of Oak ahora juega en el Bechem United, entidad que transita por la zona media de la tabla.
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