Hay futbolistas que a uno le dejan marcado por la sonoridad de sus nombres. Me pasa, por ejemplo, con aquél argentino que jugó en el Tenerife, Federico Basavilbaso. También con este zaguero galo, que llegó a formar parte de la expedición francesa que fue finalista en el Mundial de 2006 si bien él no disputó ni un solo minuto.
En cualquier caso la experiencia se la podrá contar a sus nietos así como decirles que mereció la pena renunciar a vestir los colores del combinado de su Guadalupe natal para probar suerte con "Les Bleus". Bien es cierto que uno no es de donde nace sino de donde pace y que, siendo joven, puso rumbo a Europa dejando atrás la isla.
Ya en Francia descubrió que el balompié era lo suyo y que podía ganarse la vida dignamente con él. Una sospecha que se hizo realidad realidad cuando comenzó a despuntar en el Le Havre. Allí se labró un porvenir jugando casi un centenar de partidos entre el filial y el primer equipo. Descendido este, aceptó una oferta para defender los intereses del Bastia.
Aquella no fue la aventura más agradable de su carrera. Los aficionados del club corso, decepcionados por la actuación de sus hombres, se valieron de insultos racistas para cargar contra su Matingou y contra él; extremo que algunos compañeros de equipo negaron. Chimbonda declaró sentirse amenazado y pidió irse.
En su auxilio apareció el Marsella pero en lugar de marcharse a una de las entidades con más raigambre de la Ligue 1 prefirió poner rumbo a Inglaterra aceptando una proposición del Wigan. La apuesta resultó acertada porque allí encontró el escaparate ideal no solo para conocer de cerca lo que era un Mundial sino también para firmar por el Tottenham.
La salida, eso sí, no fue fácil. A su equipo no le hizo gracia que pidiera un 'transfer request' justo después del último partido de Premier y se cuadró en una cifra, seis millones de libras. Varias ofertas fueron llegando, ninguna a la cantidad pedida. Así pues todas fueron rechazadas hasta que a última hora del último día se dio por buena una del club londinense que se elevaba hasta los 4,5 millones de euros.
Allí pasó un par de cursos hasta que emigró al Sunderland junto a Tainio y Malbranque. Tras unos meses con los "Black Cats", retornó al Tottenham antes de fichar por el Blackburn. Finalizada su vinculación con estos últimos, el Queens Park Rangers le rescató de su condición de jugador libre para llamarle a filas.
Libre llegó y libre se fue poco después para vestir la camiseta del Doncaster Rovers. Finalizada la temporada, Chimbonda se quedó sin equipo tras frustrarse una operación con el Chicago Fire. Fue entonces cuando entrenó con el Market Dreyton Town, equipo de la Northern Premier League División One South, buscando no perder la forma y aprovechar una oportunidad. Tras mucho esperar, esta llegó de un lugar inesperado.
En busca de un milagro como el que hizo en su día a la ciudad objeto de peregrinación, el Fátima portugués le invocó. Parecía que todo estaba cerrado para poner rumbo a la tercera división lusa pero a última hora su destino cambió. El Carlisle, de la tercera categoría inglesa, reaccionó a tiempo y le ofreció un contrato hasta el ya concluido mes de enero. El galo ha convencido a los dirigentes y aguantará hasta mayo con el objetivo de salvar a la entidad, que se encuentra a tres puntos del descenso.
1 comentario:
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