Eran mediados de los 60 cuando una de las creaciones de la pareja de dibujantes Hannah y Barbera hacía furor en las televisiones de medio mundo. La hormiga atómica era minúscula de tamañano pero extraordinariamente fuerte y podía con sus antenas supersensibles captar toda señal de angustia y llegar al instante en ayuda de quien lo necesitara.
Precisamente "Formica atomica" es el apodo con el que se conoce en Italia al futbolista más esperanzador de los últimos años, Sebastián Giovinco, con permiso de un viejo amigo del blog, Mario Balotelli. Jugador de la Juventus este menudo centrocampista que sólo levanta 1,62 del suelo se está convirtiendo en una sensación en el país y sólo el buen hacer de Claudio Ranieri, que busca dosificarle para que no se apague su magia, impide verle como titular.
Su gran cabeza alberga un cerebro privilegiado que le permite ver el fútbol unos segundos antes que los demás. Sólo así se explica su gran capacidad para el último pase y para la distribución del juego, sus dos mejores bazas. Giovinco es además extremadamente habilidoso y está dotado de gran fuerza pese a su corta estatura. Con 21 años y en el equipo de su ciudad, apura las últimas enseñanzas de su ídolo Del Piero, con el que guarda gran semejanza técnicamente y con el que comparte un gran dominio en el lanzamiento de faltas, con el fin de ser nombrado su sucesor y de comandar a la Vecchia Signora hacia una nueva final de la Champions League.
http://www.youtube.com/watch?v=llIrAdZde9I
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