viernes, 15 de noviembre de 2013

Una reválida para Campania

 
En una semana en la que se termina de dibujar el cuadro del Mundial de Brasil y por tanto las selecciones cobran gran importancia, aún queda espacio para el fútbol nacional. Es un lugar pequeño en medio de la vorágine, una muestra de "rebeldía" propia de países como España o Italia, donde la Segunda División  y otras categorías no se detienen.

Esa política contestataria permite en ocasiones disfrutar de partidos de alta intensidad local de forma casi exclusiva, sin que queden fagocitados por la relevancia de los grandes clubes del país. Así acontece este fin de semana en la Serie B, donde toda la atención se centra en el derbi de la región de Campania que medirá al Avellino con el Juve Stabia.

Conocida por albergar a Nápoles en su interior así como por su excelente mozzarella, la zona presenciará este fin de semana la pasión encendida propia de los hinchas del sur en un duelo que sin ser el más apasionante tiene todos los alicientes de un gran encuentro. Pese a que aún queda campeonato, una derrota del Avellino le descolgaría de la parte alta mientras que si es el Juve Stabia quien pierde, quedará aún más sepultado en el último puesto. El empate no le sirve a nadie.

Noventa minutos para los que ya no hay billetes y que, más allá de lo meramente balompédico, suponen una segunda oportunidad para Campania después de los bochornosos acontecimientos que tuvo que presenciar la semana pasada en otro de esos encuentros de gran rivalidad regional, el que midió en Serie C a la Salernitana con el Nocerina.

En previsión de posibles disturbios, los organismos de seguridad decidieron que el enfrentamiento sobre el césped se disputara sin afición rival. La respuesta por parte de los seguidores no se hizo esperar. Hasta un centenar de ellos se desplazaron hacia el hotel de concentración de su equipo para transmitirles el mensaje de que sin ellos no se jugaba. La plantilla del Nocerina hizo caso a medias. Acudió a su cita, sí; pero tras realizar los tres cambios en el primer minuto del choque cinco futbolistas simularon lesiones teniendo que ser el partido suspendido cuando apenas se había disputado veinte minutos.

Una vergüenza nacional que aún no ha tenido respuesta por parte de las autoridades pertinentes pero que ha obligado a que se preste especial atención a la seguridad este fin de semana. Tal es así que el Avellino-Juve Stabia ha paseado por diferentes horarios quedando finalmente para el relevante horario del domingo a las 20.30.

El objetivo es ahora que esa decisión no se revele como errónea y evitar situaciones como la del año 2007 en el campo del Juve Stabia, cuando la presencia de cuatro cócteles molotov a la puerta del recinto motivaron que el espectáculo se celebrara a puerta cerrada pese a que luego se trasladaría fuera, con el entrenador Eziolino Capuano subiéndose al techo de un coche mientras era jaleado por sus seguidores tras la victoria por 1-0. 
 

Afortunadamente, las cosas en ambos bandos parecen haberse calmado durante los últimos tiempos pero conviene evitar cualquier tipo de sorpresas. Es el día a día del Calcio, donde los derbis se viven al límite y la más mínima chispa convierte un partido caliente en una bomba de relojería. Por el bien de todos esperemos que este fin de semana solo se hable de fútbol.

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