Paseando el otro día por las hemerotecas me topé con un tema ya casi olvidado pero que trajo en jaque al fútbol español a comienzos del siglo XXI, el de los pasaportes falsos. En torno a una quincena de jugadores se vieron implicados en un turbio asunto que alteró las carreras de alguno de ellos. Durante las próximas semanas me propongo contaros hacia dónde fueron estas.
En el año 2000, Las Palmas volvió a Primera División. Toda una responsabilidad que obligaba a los canarios a estar a la altura en la llamada "Liga de las Estrellas". Para ello realizaron importantes inversiones económicas en busca del éxito. Fue así como aterrizaron en la isla dos brasileños, Álvaro Maior, procedente del Sao Paulo, y Dermival Almeida Lima "Baiano", traído desde el Vitoria. No fueron los únicos refuerzos ya que se repescó al meta argentino Nacho González, cedido al Pachuca.
Nadie sospechaba en el momento de incorporarles que los antecedentes portugueses de los dos primeros e italianos del segundo no tenían demasiada credibilidad. De hecho jugaron en la máxima categoría hasta que se destapó un escándalo del que todos los protagonistas aseguraban no saber nada.
Eso no les evitó a los brasileños, cuyos números de pasaporte correspondían a los de dos mujeres, una sanción de seis meses de inhabilitación a la que no se enfrentó González, cuyo caso se conoció más tarde. Castigados sin fútbol, Álvaro y Baiano fueron prestados al Atlético Mineiro para no perder la forma en la 2000-2001.
Cumplida la pena, ambos regresaron pero solo Álvaro echó raíces. El central, ya como extracomunitario, demostró sus cualidades en Segunda; las mismas que le hacían tener el sueldo más alto de la plantilla. Sin embargo los problemas económicos del equipo le animaron a buscarse otro destino. Tras perdonar la deuda que mantenían con él, puso rumbo a Zaragoza. Finalmente, ya con nacionalidad española, acabó su periplo por la Península en el Levante.
Fue entonces cuando regresó a su país, fichando libre por el Internacional de Porto Alegre. Aquella resultó la primera parada de un viaje alrededor del país que le llevó también al Flamengo, al Villa Nova AC del estado de Minas Gerais y a los paulistas CA Linense y CA Bragantino, donde milita en la actualidad.
En el caso de Baiano, retornó a su Brasil natal tras salir de Las Palmas. Después de una breve etapa en el Palmeiras, probó suerte en Boca Juniors antes de cruzarse medio mundo y marcharse gratis al Rubin Kazan. Cansado del frío, pronto sacó billete de vuelta. El Capibaribe, el Santos y el Vasco de Gama supusieron sus siguientes estancias antes de emigrar una vez más, esta vez hacia el Atlético Nacional de Colombia. Aquella se reveló como su última salida al extranjero. Desde entonces ha peregrinado por su patria vistiendo los colores del Paulista, el Guaraní, el Red Bull Brasil y el Brasiliense, donde sigue pateando el balón a sus 35 años.
Por su parte Nacho González tuvo tiempo de entrar en la historia del fútbol español antes de que su nombre se viera implicado en el meollo. Habitual lanzador de penaltis, hizo el gol número mil en la historia de la Liga. Descendida la Unión, firmó con el Estudiantes de La Plata y posteriormente con el Nueva Chicago.
A esa experiencia le siguió otra en el Unión Española chileno. Allí agredió un colegiado, lo que le valió una sanción que acabó motivando su salida del club. Tras defender el escudo del Arsenal de Sarandí, retornó a Las Palmas para colgar los guantes y comenzar su carrera en los banquillos como auxiliar de Javier Vidales. Hoy es entrenador del porteros en el Racing de Avellaneda, el mismo cargo que ostentó con anterioridad en el Lanús.
Por cierto, y ya que hablo de Las Palmas, os enlazo un artículo que he escrito para la página Sphera Sports; con la que he empezado a colaborar semanalmente. El protagonista es uno de los futbolistas de moda en la isla, el punta nigeriano Macauley Chrisantus.
http://www.spherasports.com/noticia/la_gran_evolucion_de_chrisantus_un_aguila_entre_canarios
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