Lejos quedan ya las mejores actuaciones de Winston Parks, quizás uno de los futbolistas costarricenses con más predicamento en Europa. Un jugador peculiar que llamó la atención de los ojeadores tras convertirse en la estrella de inferiores de su país y que se ha movido por países tan diferentes del suyo como Rusia o Eslovaquia.
A día de hoy, y analizándolo con perspectiva, el guión que ha seguido su carrera hubiera sido casi imposible de escribir cuando le pescó el Udinese a los veinte años para llevarle a una de las cunas del fútbol. El bautismo en el Viejo Continente fue duro y vino seguido de una cesión al Ascoli. Ahí compendió que aquello que él hacía era más propios de otros paladares. Por eso puso rumbo hacia otros lugares y nunca más volvió.
Su primera parada fue Moscú. A la ciudad de los zares llegó para fichar por el Lokomotiv y lo que parecía una estancia pasajera acabó convirtiéndose en uno de sus periodos vitales más estables. No se asentó en el equipo pero consiguió permanecer en la capital gracias a una cesión en el Saturn Ramenskoe.
Finalizada su vinculación con la urbe, se marchó a la República Checha para probar suerte en el Slovan Liberec. La gracia le costó al club unos 700.00 euros que a la larga se dieron como mal empleados cuando, solo un verano después, retornó a su país de origen para jugar en el Alajuelense. El caché que tenía, sin embargo, no era plato de gusto de todos.
Su entrenador Alfredo Piedra no dudó en usar las ondas para catalogarle de "negativo" y añadir que "no lo pondría de ejemplo de buen futbolista". Parks no se lo tomó excesivamente mal, al menos de puertas a fuera, pero lo cierto es que solo un curso remontaba el Atlántico para vestir la camiseta de la Politehnica Timisoara en Rumanía.
Con él perteneciendo a la entidad, esta ganaría la Liga en la temporada 2010-2011. Sin embargo no disfrutaría de las mieles del éxito pues le cogió en Lankaran jugando a préstamo para el Khazar después de que el presidente Marian Iancu le hubiera puesto la cruz. Pese a que los rusos tenían una opción de recompra, Parks acabó marchándose a Azerbayán.
Allí le esperaba el FK Bakú. Sin embargo las lesiones no le ayudaron a su paso por el club. En ese tiempo, por cierto, aprovechó para cargar en una entrevista contra el técnico Rodrigo Kenton, al que acusó de aguarle la trayectoria futbolística por no dejarle viajar a los Juegos Olímpicos de Atenas. Actualmente sin equipo, se entrena con el Uruguay de Coronado. Allí, en su club de formación, le han dado una ficha si bien tiene la promesa de dejarle marchar cuando desee. Todo apunta a que no ha dicho su última palabra en Europa,
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