Ha tenido que ser por la lesión de un compañero y por los problemas con los papeles de otro pero al final Michu ha recibido la recompensa que pedía sobre el césped, ser convocado al menos una vez con el combinado nacional. Él ha sido el último en abandonar el club de los "ilustres ignorados"; futbolistas que por problemas personales con el seleccionador, porque la parabólica de este no llega hasta ciertos lugares o simplemente porque su carta astral no convence (se dieron casos en Francia con Domenech) se resignan a ver los partidos de su país por televisión pese a sus méritos.
Uno de ellos, quizás quien ahora ocupa el puesto de honor dejado por el atacante del Swansea, es el italiano Graziano Pellè. En una época donde la figura del capocannoniere espigado que huele sangre dentro del área ha sufrido un proceso de "sfumato", él reivindica en la distancia una oportunidad para alguien de su perfil en la escuadra "azzurra".
Con Toni cercano a la senectud; Gilardino, Osvaldo y Amauri convertidos en una sombra de lo que llegaron a ser y Balotelli manteniendo su eterna lucha interna contra sí mismo; no existe explicación aparente para que en un elenco de veintinueve hombres que deben disputar dos partidos intrascendentes ante Dinamarca y Armenia no se encuentre uno de los máximos goleadores de la Eredivisie.
Si el argumento es la efectividad, lleva más goles que el resto de los futbolistas que le hacen la competencia juntos. Puede que Prandelli defienda que necesita un jugador completo: Pellè ha anotado esta campaña de cabeza, con los dos pies y de penalti. ¿Un tema de forma? Desde el once de agosto solo ha faltado a su cita con el gol en Liga en dos ocasiones.
Hay quien dice que su manera de ser no ayuda. El punta ha criticado en varias ocasiones el establishment balompédico de su país y el modo de hacer las cosas de la Juventus en particular, algo que no ha hecho gracia en las altas instancias de la Federación. Sin embargo tampoco parece una cuestión de imagen teniendo en cuenta el precedente que casi cada día sienta el ya mencionado Balotelli.
Sean cuales sean los razonamientos del cuerpo técnico, este sigue castigando con la indiferencia a un delantero que como el buen vino mejora con el tiempo. Tras una experiencia lamentable en el AZ Alkmaar, donde se consideró su fichaje como uno de los grandes fracasos del mercado en los últimos años, tuvo los arrestos suficientes para volver para triunfar en el territorio donde antes fracasó.
A sus 27 años, está en el punto óptimo de maduración, firmando unas cifras que ya quisieran muchos compañeros. Lo hace en Holanda, es cierto, pero la experiencia dice que muchos de aquellos a los que se ninguneó por destacar en la competición han acabado demostrando lo que valían en competiciones mayores. Vestir algún día de azul en la absoluta es una cuenta pendiente. La otra, triunfar en la Serie A. Teniendo en cuenta su situación actual, está capacitado para ambas cosas. Ahora solo falta que le dejen. Pero eso ya no es cosa suya.
1 comentario:
Me has robado el pensamiento. Estaba repasando vídeos antiguos donde decían que había sido internacional sub-20 con Italia y pensé, ¿por qué no puede ir con la absoluta?
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