martes, 29 de enero de 2013

Para quitarse el sombrero


"Pongo el DVD de aquél partido en cuanto puedo y me siento a verlo con mis hijas. Están un poco aburridas de que lo haga, pero yo no. Creo que nunca me pasará". Estas palabras las pronunciaba para 'The Guardian' Matt Hanlan en un artículo que contaba la historia de algunos jugadores que fueron héroes efímeros.

Una buena actuación, una acción concreta, cambió sus vidas de un día para otro. En el caso de Hanlan, lo que le hizo saltar a la fama pasajera fue un gol, el que le marcó con la camiseta del Sutton United al Derby County en la cuarta ronda de la FA Cup del año 1989. Aquél encuentro ha sido histórico hasta este fin de semana por ser el último en el que un equipo no profesional eliminaba de la competición más antigua del mundo a uno de primera categoría.

Su heredero ya tiene nombre y apellido: Scott Rendell. Un punta nacido en el condado de Sussex que consiguió hacer diana en la portería de Carrow Road cuando el partido agonizaba, dejando muda a la afición del Norwich City. Una satisfacción grupal y sobre todo personal para alguien al que la vida le debía una después de que le arrebatara a a su primogénito en las navidades de 2010 cuando este tenía tan solo unos días de vida.

También tenía cuentas pendientes el portero Mark Taylor, nacido y criado futbolísticamente en la ciudad que tomó por asalto junto a sus compañeros. Deshechado por los "canaries" su venganza llegó 23 años después con una actuación estelar que escocerá por mucho tiempo. Ese resultado pone en la picota a Chris Hughton para tristeza de su amigo Paul Buckle, con el que coincidió como futbolista, y que se sentaba en el banquillo de al lado. Ejemplos de que la distancia que marcan cuatro divisiones son más cortas de lo que pueden parecer a simple vista.

El sueño sin embargo no ha sido, de momento, completo. Todos ansiaban el pastel que suponía medirse a un equipo como el Manchester United, crecidos como llegan después de cargarse también al Wolverhampton en la ronda anterior. Sin embargo el destino ha querido cruzarles con el Milwall un rival que ni mucho menos resulta indiferente.

Para entenderlo hay que remontarse al 13 de marzo de 1985 cuando se produjeron los penosos incidentes del llamado "motín de Kenilworth Road". Ese día los Bushwackers, los desgraciadamente famosos energúmenos del conjunto visitante, perpetraron una de sus tardes más negras arrasando con todo lo que encontraban a su paso y generando violentos incidentes con la policía y con los seguidores de casa.

A raíz de aquello el Luton Town decidió tomar medidas radicales para combatir los actos violentos en los campos, algo que el deporte rey pedía a gritos en Inglaterra. Se instauró el uso del llamado carnet de membresía para tener controlados a los aficionados, todas las localidades pasaron a ser de asiento y durante un tiempo, pese a las sanciones de la Federación que llegaron a traducirse en expulsión de algunas competiciones, prohibieron la entrada al estadio de los hinchas del conjunto rival.

Dentro de un mes sabremos si el matagigantes sigue siendo tal, si el milagro tiene nuevos capítulos. Sería la confirmación de un proyecto que busca recuperar a una entidad hoy denostada que mira de reojo sus tiempos de gloria. La bancarrota y las malas gestiones les precipitaron al abismo. Hoy el apoyo de "Easyjet" y el buen manejo en los despachos del periodista y busto parlante Nick Owen dan esperanza a los seguidores, que en millares han seguido alentando aun fuera del fútbol profesional. Lo que están haciendo los "hatters" (llamados así por la ligazón de la ciudad con la fabricación de sombreros) es, cuanto menos, para descubrirse la cabeza.

No hay comentarios: