Es de sobra conocida mi ardua defensa del fútbol alemán de clubes, basta con que miréis algunos posts del pasado para comprobarlo. Por ello reconozco que si bien es cierto que me apena no ver equipos españoles en la final de la Champions me satisface que sean dos conjuntos germanos los que vayan a pelearse por la "Orejona". Estos son los motivos, repartidos en diez puntos, por los que considero que el Dios del fútbol es justo al dibujar un enfrentamiento entre dos enemigos de la Bundesliga con motivo del partido más importante del año en Europa.
1) Sin final fratricida: Todas las grandes ligas menos la alemana y la francesa habían vivido "su" propia final. Madrid y Valencia llevaron la gloria a España. Milán y Juventus a Italia. Finalmente el Chelsea y Manchester United hicieron lo propio con Inglaterra. Era cuestión de tiempo que la competición que más crece a día de hoy disfrutara de "su propia" fiesta del fútbol.
2) Aficiones satisfechas, estadios llenos: La mayoría de los campeonatos nacionales miran con envidia las gradas de la Bundesliga. Los campos están repletos gracias a horarios apetecibles para gente de todas las edades y a unos precios democráticos. Mientras los conjuntos españoles vendían tickets para semifinales a precio de oro, sus rivales cobraban la mitad. A ello hay que añadir un esfuerzo de las distintas entidades por estrechar lazos entre los futbolistas y los seguidores. Estos últimos lo agradecen dando espectáculo, animando hasta la extenuación y desplazándose en masa incluso fuera de sus fronteras.
3) Apuestas arriesgadas: La osadía en ocasiones tiene premio. Mientras alguna de las entidades más boyantes del planeta gastan ingentes sumas de dinero en fichar a cracks contrastados, otras como el Borussia no dudan en invertir su dinero en los que parecen ser valores interesantes sin saber a ciencia cierta si responderán o no a las expectativas. En muchas ocasiones el tiempo les da la razón y acaban vendiendo mucho más caro de lo que ellos pagaron.
4) Juego vistoso y alegre: Conviene reconocer que las defensas alemanas son, por lo general, más débiles. Sin embargo resulta un placer sentarse delante del televisor para ver un encuentro de la Bundesliga, con equipos de clara vocación ofensiva y un ritmo frenético que evita la proliferación de soporíferos empates a cero.
5) Fairplay financiero: Mientras los equipos de otros países se endeudan sin remordimiento y deben dinero al fisco después de acometer contrataciones millonarias por encima de sus posibilidades, en Alemania todo se controla al milímetro en la mayoría de lo posible. Eso les genera cierta desventaja competitiva pero pueden presumir, salvo excepciones, de unas cuentas saneadas que les hacen viables y ejemplares en tiempos de crisis. Para comprender el modelo económico os dejo este gran artículo escrito hace poco menos de dos años por Snedecor, a quien os recomiendo seguir en Twitter.
http://www.theflagrants.com/blog/2011/08/futbol-y-negocio-vi-el-%C2%BFsecreto-de-la-bundesliga/
6) Gran trabajo de selección: La brillante y emergente generación alemana ha tenido la mala suerte de cruzarse con el que probablemente es uno de los mejores equipos de la historia. De no ser así quizás hubiera añadido más trofeos a sus vitrinas. El gran trabajo que se realiza con el combinado nacional no obtendrá réditos en lo que a las selecciones se refiere pero es causante en un gran tanto por ciento del éxito de los clubes.
7) Juventud, divino tesoro: Sean o no producidos en su propia cantera, los equipos teutones se caracterizan por dar la alternativa sin miedo a chavales de corta edad ansiosos por aprovechar la más mínima oportunidad. Esa confianza les permite crecer a un ritmo más rápido que sus equivalentes en otros territorios.
8) Justificación de un nuevo rol: Con permiso de la Premier y la Liga, la Serie A siempre ha sido considerada de forma unánime como la tercera mejor competición nacional del mundo. Ese privilegio lo ha perdido ante ese buque imparable que es la Bundesliga. Si alguno tenía dudas de los motivos para que ahora haya más equipos alemanes disputando la primera fase de la Champions, en esta final hallará la respuesta.
9) Capacidad de reinvención: Aunque lo pueda parecer, llegar hasta aquí no ha sido fácil para Bayern y Borussia. Los primeros se veían obligados a disputar la UEFA hace no demasiado tiempo. Los segundos, tras ganar su única Champions, sufrieron una caída por su mal hacer económico que incluso les llevó a coquetear con la desaparición. Unos y otros aprendieron de sus errores.
10 Cinco décadas de trabajo incansable: La Bundesliga sopla este año cincuenta velas haciendo bien las cosas y siendo un modelo silencioso. Esta final es el mejor regalo que podría recibir, una inyección de moral que le anime a seguir en esta línea. El mejor partido para sus intereses en el mejor momento.
1 comentario:
Ya lleva tiempo la Bundesliga , despertando imterés y envidia en el resto del continente . Lo de lso estadios llenos es impresionante , un ambientazo .
Un saludo
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