Sin duda la gran noticia del día en el ámbito futbolístico global ha sido la renuncia de Sir Alex Ferguson al banquillo del United, ese en el que ha estado sentado la friolera de veintiséis años. El análisis de todo lo que ha hecho durante este periodo merece un post en sí mismo que espero poder llevar a cabo la próxima semana.
Someramente y sin dar detalles sí se puede decir, por ejemplo, que uno de los aspectos más destacables de su gestión ha sido la expansión del club extramuros. Ese afán por internacionalizar todo lo que rodea a una entidad histórica ha sido clave en el desarrollo económico y ha permitido vender una imagen saneada a territorios como América o Asia.
En este último continente ha irrumpido con especial fuerza. Más allá de la idolatría a iconos como Beckham, es entendible cierta simpatía hacia los "red devils" teniendo en cuenta que estos nunca han renunciado a darle oportunidades a jugadores de la zona como Ji Sung Park o Shinji Kagawa. Sin embargo antes que ellos, cuando el plan colonizador estaba aún en pañales, aterrizó un joven chino de nombre Dong Fangzhuo.
Sus credenciales eran inmejorables. Mejor jugador de un torneo de categoría sub-17, una buena campaña con el Dalian Saidelong en Segunda le valió para dar el salto hacia el Dalian Shide y la selección sub-23. Esos pasos agigantados sorprendieron a muchos ojeadores y llamaron la atención de Ferguson, el gran triunfador.
El chaval convencía pero pronto los intereses de ambos chocaron con el permiso de trabajo, ese impedimento que ha lastrado más de una carrera en la Premier. Incapaz de jugar en Inglaterra hasta no recibirlo, Fangzhuo fue cedido al Royal Antwerp belga. Llegó en el mercado de invierno con el equipo en Primera pero sus goles no ayudar a la salvación.
La experiencia resultó tan provechosa que repitió al siguiente curso, donde se destapó como anotador gracias a sus dieciséis dianas, dos hat-tricks ante el Lommel y el Deinze incluidos. Las cifras le hacían pues merecedor de una oportunidad en el club que tenía sus derechos pero el dichoso papel seguía sin aparecer y aún se vería obligado a jugar tres meses más en Amberes hasta que en enero de 2007, después de mucho esperar, tuvo su recompensa.
El sueño, sin embargo, acabo siendo menos bonito de lo deseado. Cierto que llegó a disputar un partido contra el Chelsea y a jugar la Champions, pero el equipo de los reservas acabó convirtiéndose en su hábitat natural y las lesiones en un impedimento inesperado. Cansado y ninguneado rescindió su contrato a comienzos de la 2008-2009.
Poco duró en el paro ya que pronto comenzaron a llegarle ofertas de su país de origen, el mismo al que podía regresar como un héroe tras su aventura a las órdenes de Ferguson. Eligió de nuevo el Dalian Shide, aunque su rendimiento quedó lejos de lo esperado. Con la intención de recuperar su sitio en la selección, cogió billete de vuelta a Europa.
Una prueba con el Legia Varsovia le sirvió para enfundarse la elástica del club polaco pero tampoco triunfó allí. Defenestrado aceptó consejos. El que más le convenció llegó de boca del que hoy es uno de los mejores jugadores del planeta. Compañeros ambos en Manchester, Cristiano Ronaldo le animó a fichar por el Portimonense. El experimento acabó siendo desastroso.
Sin embargo, Fangzhuo aún se había guardado un as en la manga de las sorpresas. Si ya era de por sí extraño ver a un chino pegándole patadas a un balón en Portugal, el paroxismo llegó cuando se marchó a las filas del Mika armenio. Ganó una Copa pero como era de esperar, el idilio duró poco. Con el rabo entre las piernas retornó una vez más al país de la Gran Muralla. Hoy milita en el Hunan Xiangtao, decimoprimer clasificado de la categoría de plata.
Por cuestiones personales me será imposible actualizar el blog este viernes. Disculpad las molestias.
Por cuestiones personales me será imposible actualizar el blog este viernes. Disculpad las molestias.
1 comentario:
Me encanta tu blog, ya soy seguidor y me gustaria que tu tambien lo fueras del mio.
http://golypunto.blogspot.com.es/
Un saludo
Publicar un comentario