La semana pasada volvió a disputarse en Primera División, y ya se echaba de menos, el gran derbi gallego entre Celta de Vigo y Deportivo de La Coruña. Hacía tiempo que no se veía a los vigueses en el escalón más alto del fútbol nacional y por ello pensé en futbolistas que en algún momento vistieron la elástica celeste en la llamada Liga de las Estrellas. Fue así como me acordé del portugués, un delantero que fue internacional pero que pasó por nuestro país sin pena ni gloria, como tantos otros, en la temporada 97-98.
Nacido en Mozambique, hizo de su melena leonina toda una seña de identidad. En ocasiones incluso parecía mentira que debajo de esa mata de pelo habitara un futbolista aunque las crónicas lo asegurarán y escribieran cada semana sobre sus hazañas de cara al gol. Criado a los pechos de la Associaciao Académica de Santarém, allí los hizo de todos los colores y formas, cuarenta y tres en dieciocho partidos.
La cifras llamaron, como no podía ser de otra forma, la atención de los grandes clubes. Por entonces solo había tres alternativas y eligió quizás la que menos opciones de títulos le ofrecía, el Sporting de Portugal. En un principio fue cedido al Vitoria de Setúbal pero en la capital pronto se dieron cuenta de que aquello se le quedaba pequeño y le sacaron billete de vuelta. Cumplió, especialmente en la campaña 92-93, donde se convirtió en el máximo goleador del torneo.
Luego llegó un bajón y la pertinente cesión en estos casos, rumbo a Brescia para ser mas exactos. Aquél experimento, al contrario que el primero, resultó infructuoso. El Sporting, ansioso por deshacerse de él, acordó rescindir su contrato. Fue entonces cuando Cadete, libre, fichaba por el Celtic de Glasgow cambiando de país pero no de colores.
Dicho traspaso tuvo miga y es bastante ilustrativo de la rivalidad con el Rangers. Por alguna misteriosa razón que nada tiene de sorprendente, su transfer se retrasó a pesar de que todos los papeles estaban en regla. ¿El motivo? Que si todo se hubiera hecho en los plazos habría podido disputar su primer Old Firm. Tras las quejas pertinentes y comprensibles ese "desliz" le costó al presidente de la Asociación Escocesa de Fútbol, Jim Farry, el puesto.
El tiempo demostró que las sospechas sobre el buen rendimiento que aquél peludo delantero podía ofrecer estaban más que fundadas. Sus 33 goles en la temporada 96-97 así lo demostraban. Sin embargo aunque él se empeñaba en desmentirlo con gestos tribuneros como aquella vez en la que fue sustituido y de camino a las duchas besó el césped, en la fría e inhóspita Escocia estaba muerto de asco sin su familia.
En una decisión que parecía acertada y que demostraba que de verdad lo personal le importaba, fichó por el Celta. Pese a que hizo goles, su rendimiento no fue el esperado y más de uno en Galicia le hubiera pagado gustoso el avión y la residencia a la tribu de los Cadete en Glasgow con tal de no haberle aguantado.
Viendo que lo mejor para ambas partes era romper su relación, aceptó una oferta del Benfica compartiendo ataque con su otrora compañero en los católicos, el holandés Pierre Van Hooijdonk. Fue el principio del fin. Aquello acabó con él cedido en el Bradford y al poco volviendo a su Portugal natal para firmar por el Estela Amadora.
Tenía 33 años y empezaba estar quemado del fútbol. Por ello decidió explorar otras alternativas vitales... y se metió en la casa de Gran Hermano con otros famosos. Como era de esperar, aquello no le llenó espiritualmente. Vacío, optó por conceder una entrevista a una televisión escocesa dejando caer que se planteaba volver a los terrenos de juego por si aquello colaba. Y coló. Aquella ciudad de la que un día salió por patas volvió a acogerle.
Aunque algunos podáis pensar que no, en Glasgow no juegan solo dos equipos. El tradicional tercero en discordia es el Patrick Thistle, por el que fichó volviendo del ostracismo y haciéndole un feo al Raith Brothers, con el que incluso había sido presentado. Con la misma falta de seriedad con la que volvió a Escocia se fue de nuevo rumbo a Portugal, tras no cuajar alguna de las propuestas que le llegaron de países como Japón o Qatar, para poner el broche a su carrera en el Pinhalnovense.
Al ser puente este blog permanecerá inactivo hasta el próximo lunes.
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