Dicen que hoy se acaba el mundo. Yo, personalmente, no me lo creo. O no lo quiero creer al menos. Eso sí, reza el refrán que hombre precavido vale por dos. En caso de que algo sucediera no me gustaría marcharme sin dirigirme a ti de forma personal para despedirme como creo que te mereces.
No recuerdo muy bien cuando nos conocimos. A mi me gusta decir que el primer recuerdo tuyo que tengo fue aquél gol de Jurgen Klinsmann a Bélgica en el Mundial 94, ese en el que el balón choca contra un bidón de agua con furia y lo revienta. Ahora bien, puede que fuera antes, con aquellos cromos en los que los futbolistas de la Liga lucían aún bigote, barba y las canillas casi al aire.
Lo que no olvido es el primer partido que vi en directo. Con el tiempo me enteré de que mi padre, por no evitar una decepción que me hubiera costado digerir, "aceptó" ser estafado por un reventa, que nos colocó a precio de tribuna unas entradas que estaban justo debajo del techo. Fue un duelo aburrido que acabó 2-1, con uno de los goles anotado desde los once metros.
Aquello me dejó huella, quizás demasiada. No tardé en empezar a hacerme equipos de chapas influenciado por mi primo. ¡Y qué equipos!. Con réplicas casi exactas de las camisetas, con todo lujo de detalles, con los números, los nombres... base de alfombra, porterías hechas de cajas de zapatos y un garbanzo por balón. No fue mi única tara. El siguiente paso en la evolución fue intentar reproducir los resúmenes de los partidos que veía en la tele con una pelota de trapo... yo solo y en el pasillo de mi casa. De la mezcla de esos juegos de infancia nació mi gusto por las narraciones y el periodismo deportivo, eso a lo que me dedico a día de hoy.
También tengo, por supuesto, que echarte cosas en cara. No creas que todo van a ser flores. Por tu culpa he tenido un par de torceduras de tobillo, decenas de moratones, centenas de ampollas y miles de raspones y rozaduras. Vale, yo también tuve algo que ver. Mis grandes limitaciones con el balón en los pies siempre he intentado suplirlas con lucha y entrega, generalmente con bastante desacierto, todo hay que decirlo.
Además me has hecho llorar. En 2002 fue de tristeza cuando un egipcio de nombre Al-Ghnadour decidió escamotearnos un pase a semifinales que sobre el terreno de juego, frente a Corea del Sur, merecíamos. Luego de felicidad aquella tarde del 11 de julio de 2010 cuando, después de 120 minutos de sufrimiento, me desmoroné sobre el sofá al coronarnos campeones del mundo, quizás por el privilegio que eso supone, quizás porque pensé que nunca asistiría a algo semejante.
Dicen que eres un elemento socializador. Puedo confirmarlo. Tengo que decirte que gracias a ti conozco a mucha gente. Primero en el patio del colegio y en aquellas tardes de parque donde yo y otros chavales sorteábamos los cristales de las botellas rotas, vaciadas y fragmentadas después del botellón de la noche anterior. Luego, ya más mayor, a compañeros de profesión que comparten, conmigo, sueños irreales de un periodismo de calidad.
Y a jugadores a los que nunca pensé que podría acercarme. Pelé, Maradona, Zidane... ídolos de mi infancia y de tantas otras. Te confesaré que si bien los hay que merecen la pena, otros me han decepcionado con actitudes impropias. Supongo que no siempre es fácil sentirte uno de los mejores y acostumbrarte a ser el centro de atención. Su imagen la difumino como la de aquellos energúmenos que los fines de semana mancillan tu nombre con actitudes violentas con las que liberan sus instintos más salvajes.
Por cierto, no me gustaría despedirme sin agradecerte la aportación que has hecho a este blog. Es innegable que sin tu ayuda nada de lo que aquí se escribe hubiera sido posible. Cada semana me ofreces un abanico inmenso de posibilidades para contar las cosas desde mi punto de vista, sean más o menos agradables. Te debo mucho.
Un abrazo de tu amigo
Carlos Mateos Gil (21/12/2012)
Si el fin del mundo no llega, "De paradinha" regresará a la actividad a comienzos del mes de enero, probablemente la primera semana. En ese post que abrirá el año intentaré hablaros, desde el punto de vista futbolístico, de un país extranjero que visitaré aprovechando estas fiestas. Os deseo feliz Navidad a todos y un próspero año nuevo.
2 comentarios:
Fantástico, Carlos
Hola, acabo de abrir un blog de fútbol y me gustaría intercambiar enlaces contigo. De todas fomras, yo ya te he añadido a mis blogs. Un saludo.
http://mundo-futbol.blogspot.com.es/
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