Marzo. Ese es el mes que ha visto coronarse al Bayern Munich como campeón de la Bundesliga. Un éxito meritorio e inédito pese al dominio que tradicionalmente los bávaros han mantenido en el país durante las últimas décadas. La llegada de Guardiola le ha dado el toque definitivo a una plantilla asentada, que venía de proclamarse reina de Europa y que busca superar ahora la ventaja de casi treinta puntos que el pasado curso tuvo con el Dortmund en la competición nacional.
Distancia abismal que supera hasta el momento todos los registros durante el nuevo milenio. De hecho solo dos veces el club ha levantado la ensaladera dejando al segundo a más de diez puntos desde entonces. En uno de esos éxitos, el de la 2004-2005, estuvo el protagonista de hoy. Eso sí, conviene decir para ser justos que no fue de los que más sudó debido a la falta de oportunidades.
Nacido en Tehrán, capital iraní, Hashemian se crió como jugador en las inferiores del Fath. Allí dio también el salto al profesionalismo desenvolviéndose como delantero. Sus buenas maneras fueron suficientes para atraer el interés del PAS, club vecino de mayor raigambre. Aumentó entonces la expectación en torno a su figura, algo a lo que él respondió con goles.
Internacional ya con el Team Melli, en el verano de 1999 se ganó el derecho a probar en Europa. La oportunidad era buena al llegar a una entidad como el Hamburgo para jugar al lado de su compatriota Mehdi Mahdavikia, que ya estaba más rodado en la Bundesliga. Sin embargo nada salió como se esperaba y se marchó al final de la temporada en busca de una nueva oportunidad.
El atacante dio un paso atrás y fichó por el Bochum, algo que muchos veían como el comienzo de su decadencia. Decidido a triunfar, esa voluntad hizo que rebrotara su talento. Tal fue así que tres años después aceptó una oferta del Bayern Munich tras anotar dieciséis tantos durante un ejercicio y dejar a su ex equipo como quinto clasificado al final de este. Los bávaros volvían a apostar así por un futbolista iraní, tal como sucedió antes con Ali Daei. No sería la última vez ya que tras Hashemian llegaría Ali Karimi, jugador que tambiénse formó en la cantera del Fath.
Aquella experiencia se la podrá contar Vahid siempre a sus nietos si bien quedarán pocas fotos de ella. La atroz competencia que ofrecían nombres como Makaay, Pizarro, Santa Cruz o Zickler le eclipsó por completo. Por ello tuvo que salir con el estío asumiendo que lo suyo era defender causas pobres. Fue así como se enroló en el Hannover y posteriormente volvió al Bochum, haciendo bueno el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas.
Cortado por su bajo rendimiento, pasó unos meses en el paro hasta que el arranque de 2011 le trajo el regalo de vestir la camiseta del Persépolis. Allí exhalaría su último aliento como profesional antes de renunciar a los borceguíes con treinta y seis años para centrarse en su tarea en los banquillos. De momento su currículum en esta faceta es discreto y se reduce a dos estancias más bien cortas en el Halstenbek-Rellingen y el Niendorfer TSV.
1 comentario:
Vahid Hashemian (21 de julio de 1976), es un futbolista iraní, se desempeña como delantero y actualmente juega en el Persépolis FC de la Iran Pro League.
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