viernes, 30 de septiembre de 2011
Nombres del fútbol: Ferenc Szusza
Szusza fue uno de los elementos importantes de aquella plantilla que plantó cara a las grandes potencias en la década de los cuarenta y los cincuenta. Puskas, Kocsis, Czibor... y él, que actuaba como punta de lanza y como uno de los referentes en el plano ofensivo. Un tipo rápido y con buena colocación de cara a puerta que no pudo estar presente en el que estaba llamado a ser el partido de sus vidas.
El 4 de julio de 1954 Hungría se enfrentaba en el estadio Wankdorf de Berna a Alemania con el Mundial en juego. Los tantos iniciales de Puskas y Kocsis eran finalmente contrarrestados por Morlock y Rahn en dos ocasiones ante la mirada impotente del delantero, que en su carrera internacional anotó 18 goles en 24 partidos.
Fuera de la selección, su historia a nivel de clubes es fácil de contar. Debutó, creció y se retiró en el Ujpest. Toda la vida futbolística ligada al blanco y morado que colorea la camiseta de uno de los equipos punteros del país. Y allí la historia se encargó de demostrar que no sería uno más, sino una leyenda en todos los sentidos.
Tras llegar procedente del UTE en 1942 con menos de 20 años no tardó en llamar la atención de todos sus paisanos, que vieron en él a uno de los futbolistas con más futuro de su territorio. Una responsabilidad que no le supuso ninguna presión sino más bien un aliciente, pues en seguida se convirtió en estrella y empezó a hacer lo que mejor sabía: Marcar goles.
De todas las formas imaginables, durante diecinueve años anotó la friolera de de 393 según las cifras que maneja la siempre polémica IFFHS. Estas le sitúan como el duodécimo máximo anotador de las primeras divisiones de todo el mundo, a solo una diana de Hugo Sánchez y a doce del top ten que cierra de momento "Torpedo" Müller.
Su olfato fue además útil a nivel colectivo pues gracias a él su Ujpest levantó cuatro tíulos ligueros de los veinte que conservan sus vitrinas. Con la sensación del trabajo bien hecho se retiró para sentarse en los banquillos y dedicarse a las labores de dirección, en las que no cosecharía los mismos éxitos.
La aternativa se la dio el Gyory ETO, que volvería a apostar por él tras su inmediato paso como alineador del equipo de sus amores durante dos ejercicios. Después de aquello probó suerte en el Gornik Zabrze polaco, paso previo a su aterrizaje en España. Fichó por el Betis y en la ciudad heliopolitana entró en la historia como el segundo entrenador con más partidos dirigidos en la entidad solo por detrás de Serra Ferrer.
Además le dio la alternativa a mitos como Cardeñosa y Gordillo. No sería en cambio su única experiencia en nuestro país pues en noviembre de 1978 se hacía cargo del Atlético tras la destitución de Luis Aragonés y hasta final de temporada. Después de aquello entrenó una vez más al Ujpest con la finalidad de ponerle la guinda a su vida ligada al fútbol con 58 años.
Posteriormente se dedicó a disfrutar de un merecido retiro hasta que el 1 de agosto de 2006 fallecía a las 83 primaveras. Tres años antes, para su orgullo y como recompensa más que merecida al sudor que vertió en el césped de la que fue su segunda casa, el estadio su club de toda la vida había sido rebautizado con su nombre.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
¿Qué ha sido de... La delantera del gran Nantes (y III): Reynald Pedros?
El caso es que con el paso del tiempo me he dado cuenta de que le tuve en una estima que superaba con mucho las cifras que finalmente han reflejado su carrera, solo exitosa en las filas de "Les Canaris" y en la media temporada que pasó en el Marsella, periodos estos que terminaron con la llegada del año 1997.
Fue ese momento en el que se animó a salir de su país para ir a un club que por entonces era importante. Además un cambio de aires no le venía mal después de un hecho puntual acontecido meses antes. Pero vayamos por partes y arranquemos por su debut en el año 1986, cuando aún no le acompañaban Ouédec y Loko.
De hecho fue el que más aguantó del trío. Hasta diez años pasó en la entidad, seis de ellos en la primera plantilla. Comenzó jugando poco los dos iniciales pero a partir de ahí todo fueron partidos, minutos y triunfos. Sin ser tan goleador como sus compañeros de fatiga, sus acciones les facilitaban muchísimo el trabajo. Él era el que movía el equipo en el tramo final del campo, el que ponía la velocidad de la visión.
Por todo ello fue convocado por Francia e incluso se puso la elástica hasta en 25 ocasiones. Sin embargo, una de ellas será recordada más que las demás. Fue el 26 de junio de 1996. Aquella tarde Francia disputaba las semifinales de la Eurocopa ante la República Checa. Tras empatar a cero en el tiempo reglamentario y prolongar ese resultado en la prórroga, ambos se fueron a los penalties.
Los primeros cinco de cada uno fueron a la red, una tanda perfecta. Entonces llegó la cruel pero necesaria muerte súbita. Y ahí fue dónde entró en juego Pedros. Su penalty, mal lanzado, fue detenido por Petr Kouba. Posteriormente Kadlec anotaría el suyo y el sueño acabaría. Todo el país cargó contra él y aunque ese mismo verano fichó por el Marsella y se convirtió en un habitual, comenzó a sentirse un extraño en su propia tierra.
El siguiente invierno, solo unos meses después, decidía aceptar una más que interesante propuesta procedente del Parma. En ningún momento encontró allí su sitio. Primero se marchó medio año cedido al Nápoles y posteriormente uno entero al Lyon antes de volver al Parma para pasar otra temporada casi inédito.
Finalizado su pase por Italia retornó una vez más a Francia para juntarse una vez más con Loko y Ouédec en el Montpellier. De esa aventura ya hemos hablado con anterioridad y hemos dado buena cuenta de su fracaso. Al final Pedros se bajó del barco como los demás y puso rumbo al Toulouse.
Fue su penúltimo paso en el fútbol profesional pues el definitivo lo dio en el Bastia, donde militó dos campañas en la Ligue 1. Tras probar sin fortuna en el Maccabi Ahi Nazareth y en el Al-Khor Sports Club se marchó al modesto Imphy-Decize de cuarta división y posteriormente al Bouchemaine La Baule-Escoublac de sexta y al FC Baulmes suizo para poner la guinda.
Después de aquello optó por sacarse el carnet de entrenador. Tras una experiencia primigenia en el Saint-Jean-de-la-Ruelle, hoy en día dirige al Saint-Pryvé Saint-Hilaire, noveno clasificado de aquella cuarta divisón en la que él estuvo un día y donde tiene de rivales, entre otros, al Cognac o segundo equipo del Nantes.
lunes, 26 de septiembre de 2011
La nuevas perlas de la Eredivisie
Cada temporada surgen nuevos jugadores a los que hay echar el ojo ya que las estrellas de hoy en territorio tulipán serán probablemente las de dentro de no mucho tiempo a nivel global. Estos son a juicio de "De paradinha", los diez nombres que pueden ser protagonistas en la presente temporada. Por supuesto quedan fuera de la lista otros importantes y se admiten discrepancias.
Ahmed Musa (VVV Venlo): Hubo que esperar para verle en Europa, lo que tardó en cumplir la mayoría de edad el pasado mes de octubre. Hoy, un año después, el habilidoso y veloz extremo nigeriano es uno de los futbolistas con más futuro de África. Al cierre del mercado de fichajes, su club rechazó una oferta de diez millones de euros procedente de un club alemán después de darle calabazas con anterioridad al Tottenham, al PSV, al Udinese y a algún otro. No es para menos. Si deja actuaciones como la que hizo contra el Ájax, su precio se multiplicará en los próximos meses.
Kevin Strootman (PSV): Una de las dos jóvenes promesas que el equipo de la Phillips se ha traído del Utrecht en este periodo estival. Mediocentro de exquisito trato con el balón que ya ha conquistado a Bert Van Marwijck. De hecho su primer gol con la Orange ante Finlandia, fruto de un magnífico detalle técnico, le ha dado argumentos al seleccionador para seguir confiando en él. Está llamado a manejar el timón del combinado nacional en un futuro no muy lejano.
Dries Mertens (PSV): El otro jugador importado del Utrecht. Su hat trick ante el Excelsior y cuatro dianas más en las siete primeras jornadas le han catapultado a lo más alto de la lucha por el "pichichi". Su buen manejo del exterior del pie le permite perfilarse con mucha facilidad hacia el centro, habilidad que combina con un buen golpeo desde media distancia.
Glynor Plet (Heracles): Uno de esos delanteros de gran envergadura que tan bien funcionan en la Eredivisie. Procedente del Telstar, este delantero de 1,94 y 24 años, empezó como reserva de Samuel Armenteros pero ha conseguido hacerse un hueco en el once titular de Peter Bosz. Gran parte de la salvación de su equipo depende de él.
Jeroen Zoet (RKC Waalwijk): Pese a ser un recién ascendido el club ha arrancado con muy buen pie, en gran parte gracias a su solidez defensiva. Mucho protagonismo en este aspecto lo ha tenido este joven meta de 20 años cedido por el PSV Eindhoven que ha conseguido dejar su portería a cero en tres jornadas solucionando de esta forma la falta de pegada de sus compañeros, los que menos anotan de los diez primeros clasificados.
Jerson Cabral (Feyenoord): Futbolista que crece a cada año que pasa. Y teniendo en cuenta que tiene 21 primaveras, sus expectativas de futuro son a día de hoy impredecibles. Pegado a la banda, su gran zancada y su habilidad para las bicicletas le proporcionan una ventaja competitiva con respecto a muchos de los centrales de la competición. Además tiene un buen golpeo a balón parado. De momento este año, salvo en el duelo contra el Heracles, ha dejado un gol o una asistencia en todas las jornadas y en la segunda contra el Roda, ambas cosas.
Dusan Tadic (Groningen): Uno de esos a los que el campeonato doméstico holandés empieza a quedársele muy pequeño. La temporada pasada deslumbró en el ataque junto al también virtuoso Tim Matavz, recientemente adquirido por el PSV. La conexión balcánica funcionó a las mil maravillas gracias a la visión de este serbio de 22 años, que se infló a dar asistencias llegando a convertirse en el tercer mejor pasador del fútbol europeo. Este ejercicio, sin su compañero de fechorías, no hay que echarle el ojo para saber si es bueno (eso salta a la vista) sino para comprobar si es capaz de mantener su nivel.
Wilfried Bony (Vitesse): El marfileño llegó el pasado mercado de invierno procedente del Sparta de Praga y no tardó demasiado en convertirse en titular indiscutible primero y en ganarse el cariño de la afición con sus goles después. Tras vadear el descenso a última hora, el verano le ha sentado de maravilla. Tanto que ha metido el solo la tercera parte de los goles de un equipo que marcha en una más que meritoria sexta posición.
Oussama Assaidi (Heerenveen): Otro jugador que afronta este año como el de su consagración definitiva. En una plantilla en la que está rodeado de jóvenes como él se echa el equipo a la espalda al estilo todo un veterano. Tiene clase, conduce bien el balón y posee el descaro propio del que tiene ganas de comerse el mundo. Se rumoreó con un traspaso al PSV pero la operación no llegó a cerrarse.
Derk Boerrigter (Ájax): Ya he hablado de este jugador en el blog cuando hice la lista de los mejores fichajes. Para mi gusto, lo tiene todo para triunfar.
Su estatura no es óbice para que se mueva como pez en el agua junto a la línea de cal y por supuesto tiene un impresionante olfato de cara a puerta, características que le han servido para sentar en el banquillo a otro prometedor compañero como es Ebecilio.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Nombres del fútbol: Josy Barthel
Solo en aquél contexto hubiéramos podido entender la importancia del protagonista del post de hoy. Un hombre que, al igual que en el caso de Spiros Louis del que hablé hace un par de semanas, se convirtió en ídolo para sus paisanos practicando el noble arte del atletismo de forma virtuosa y posteriormente destacando en otros disciplinas que nada tenían que ver con él.
Para algunos puede parecer anecdótico y poco relevante pero ser el mejor del mundo en una de las categorías reina como es el 1.500, habiendo nacido en un país como Luxemburgo que actualmente tiene 90.000 habitantes y que en 1952 debería tener bastantes menos; tiene un mérito destacable.
De hecho es hasta la fecha el único luxemburgués capaz de conseguir una presea dorada en unos Juegos Olímpicos merced a su éxito sobre el tartán de Helsinki en una carrera en la que quedó por delante del americano Bob McMillen y del alemán Werner Lueug. Aquél fue su único éxito destacado en la cita pues en Melbourne 56', dónde defendía título, se fue a casa con las manos vacías.
Fue el cúlmen a una carrera que antes de su gran tarde ya había dejado actuaciones destacadas. Barthel había ganado por entonces dos Mundiales Universitarios en la media distancia y otro más en 800. En ambas categorías se había proclamado además campeón nacional durante diez años seguidos, algo que tampoco extraña demasiado.
Evidentemente sus logros llamaron la atención, como suele ser habitual, de los organismos políticos, ansiosos de arrimar el "Barthel" a su sardina. Primero fue nombrado presidente de la Federación de Atletismo y posteriormente del Comité Olímpico, pasos previos a ejercer como Ministro, entre 1977 y 1979 de Transporte, Energía, Turismo y Medio Ambiente y entre 1979 y 1984 de Medio Ambiente, Transportes,Energía, Información y Comunicaciones. Todo ello siendo reconocido como un reputado químico.
Por estos motivos, los homenajes sobre su figura se sucedieron durante los años. Primero dieron su nombre a un instituto técnico en Mamer, su localidad natal, y posteriormente al estadio nacional de Luxemburgo, donde la selección de fútbol juega sus partidos. Considerado tradicionalmente un combinado de pésimo nivel, en los últimos tiempos parecen haber progresado ligeramente.
A excepción de un amistoso contra Portugal en el que recibieron una manita llevan sin perder por más de dos goles desde el 3 de septiembre de 2010, incluyéndose en este periodo dos partidos ante Francia. Además fueron capaces de vencer como visitantes a Suiza en la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica y de perder solo tres de sus siete últimos partidos como locales (ante Francia, Hungría y Rumanía). En los cuatro restantes fueron capaces de vencer a Eslovaquia y a Albania y de empatar ante Argelia y Bielorrusia.
Quizás en estos buenos momentos haya tenido algo que ver el espíritu del ilustre atleta que bautiza el recinto, fallecido en el año 1992. A pesar de que en 2006 un periodista expuso dudas sobre su limpieza competitiva acusándole de dopaje, Barthel sigue siendo hoy el principal responsable de que la gente sepa de la existencia de su nación.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
¿Qué ha sido de... La delantera del gran Nantes (II): Patrice Loko?
Su movilidad y su capacidad para ganarle la espalda a las defensas se hicieron pronto patentes y con esfuerzo comenzó a ganarse un sitio en los onces titulares de Jean-Claude Saudeau. Conviene decir en defensa de su entrenador que no solo era buen estratega sobre el campo sino que además fue capaz de recuperar a Loko para el fútbol, al menos temporalmente, tras la muerte del hijo de éste por leucemia en el año 1992.
Lejos de hundirse, el punta fue poco a poco mejorando sus cifras gracias a la confianza que le ofrecían desde el banquillo y en la temporada 94-95 calló definitivamente a todos aquellos que le acusaban de tener poco olfato anotador marcando 22 goles y coronándose como pichichi. Por entonces ya había debutado con la absoluta en un partido de clasificación para el Mundial de EEUU contra Israel.
Con ese objetivo personal cumplido y con el Nantes como campeón de liga gracias a su aportación, renunció a la disputa de la Champions por dar un salto cualitativo dentro de su país. Aquella grandiosa temporada en la que Les Canaris disputaron las semifinales de Champions él la vivió luchando contra sí mismo en la capital gala, después de que le atacara una profunda depresión al poco de fichar por el Paris Saint Germain.
Por suerte superó aquél bache para volver a ser importante ese mismo año. No pudo disfrutar en primera persona del éxito de su equipo pero por contra sí consiguió levantar un título europeo. Fue la Recopa tras vencer en la final al Rapid de Viena. En aquél torneo un gol suyo fue de mal recuerdo para los intereses españoles pues terminó de sentenciar la eliminatoria de semifinales contra el Deportivo.
Su buena campaña tuvo premio con un billete para la Eurocopa de Inglaterra, donde se alternó en el campo con Dugarry. Finalizada la cita y el verano, con el comienzo de la nueva temporada, volvió a cobrar protagonismo ayudando a su equipo a disputar la segunda final de Recopa en dos años -perdieron contra el Barcelona- y convirtiéndose en el jugador que más vio puerta ese ejercicio.
Sin embargo tuvo que volver a luchar ese verano contra el enemigo que para él era la depresión. Volvió a salir adelante pero las cosas en el campo no funcionaron tan bien como antes. Dejó de ir convocado con la escuadra nacional y tuvo algún incidente fuera del campo. Ni siquiera el fichaje de su amigo Ouédec ayudó y en el invierno del 98 decidió aceptar una oferta del Lorient.
Allí recuperó la confianza pero los resultados no acompañaron y con el descenso de "Les Merlus" acabó su estancia allí y empezó una nueva etapa en el Montpellier junto a sus dos compañeros de batallas en el ataque del Nantes. Como bien dije la semana pasada el experimento no funcionó y por ello probó suerte en el Lyon cuando el Lyon no era lo que conocemos hoy.
Fue el comienzo de su "decadencia". El Troyes, de nuevo el Lorient y finalmente el Ajaccio serían los últimos conjuntos de una carrera a la que puso punto y final con 34 años. Después de aquello decidió asociarse junto a su hermano William para crear "Loko Sports Evènements", una empresa que gestiona la asistencia a acontecimientos deportivos. Además ha abierto recientemente en Vannes un Bar Lounge-Discoteque (al menos así lo define la web del local) de nombre "La Bodeguita".
lunes, 19 de septiembre de 2011
La gran batalla del Támesis
En Escocia un Old Firm, con victoria a la heroica de los protestantes del Rangers contra los católicos del Celtic. En Holanda un PSV-Ajax que acabó con un insulso 0-0 pero que ha dado la vuelta al mundo por el escalofriante golpe que se llevó en la cabeza Tyton, el meta local. Francia por su parte vio como se medían en el campo el Lyon y el Marsella, con victoria por 2-0 de los primeros que deja colistas a los de Didier Deschamps.
Italia por su parte no le fue a la zaga en cuanto a la relevancia de los enfrentamientos. En la misma jornada se midieron el Nápoles y el Milán -victoria por 3-1 de los primeros y liderato- y los decadentes Inter y Roma -que sellaron un triste empate a nada que solo sirve para prolongar, de momento, la agonía de sus dos entrenadores-.
También hubo miga en territorio germano. El Bayern se impuso al Schalke 04 por 0-2 en una disputa entre dos clásicos del país cuyo resultado refleja el excelente momento de forma de los bávaros. Además Bayer Leverkusen y Colonia se disputaron el derbi del Rhin con sorprendente victoria de los visitantes por 1-4 gracias a sus potentes contras y a la actuación estelar de Podolski.
Y luego está lo de Inglaterra. Por un lado el Tottenham-Liverpool que sirvió para resucitar a los de Redknapp a costa de unos reds alicaídos que ni siquiera mejoran sus prestaciones con respecto al año pasado pese a no jugar en Europa. Por otro el Manchester United-Chelsea. Un partido de manicomio convertido en una auténtico correcalles que vencieron los de Ferguson con más practicidad que juego.
En Old Trafford pensaron que con el 3-0 cosechado al descanso todo sería un paseo militar pero aquello fue un mero espejismo. El gol de Torres (sí, de Torres) cuando ni siquiera se había cumplido un minuto de la segunda mitad abrió el choque. Posteriormente Rooney marró un penalty y una ocasión clarísima para matar a sus rivales. No lo consiguió y el Manchester pudo haber sido castigado por ello si no fuera porque el punta español volvió de nuevo por sus fueros en el Chelsea haciéndose el harakiri con un no-gol que recordó al famoso de Abreu.
Sin embargo, a pesar de todo este menú de bodas que ha ofrecido el Viejo Continente, hay un plato que destacaba sobre los demás. No por la calidad de los ingredientes ni por lo cuidado de su elaboración. Tampoco su presentación era un dechado de virtudes. Pero tenía el encanto de lo simple y tradicional con el aditivo de la ocasionalidad que le daba un puntito diferente, por ejemplo, al sempiterno combate anual de Glasgow.
Este no era otro que el derbi londinense de Championship que jugaron en The Den el Millwall y el West Ham, para muchos el más caliente y encarnizado de los que se pueden ver en la ciudad del Tamésis y por extensión en el fútbol inglés. Una batalla que habitualmente y por desgracia trasciende lo meramente balompédico deslizándose por terrenos más pedregosos en lo social como sucedió el 25 agosto de 2009, último precedente hasta el pasado sábado.
En aquella ocasión se desencadenó el llamado "Motín de Upton Park" tras un partido de Carling Cup en el que el West Ham venció 3-1 después de la disputa de una prórroga. El terreno de juego fue invadido hasta en dos ocasiones por los locales y en los vergonzosos disturbios posteriores un aficionado visitante recibió una puñalada y veinte personas resultaron heridas.
Fue el último episodio de una rivalidad encarnizada que data de comienzos del siglo XX. Por aquél entonces los estibadores del astillero de la isla de Dogs, en uno de los márgenes del río, decidieron fundar el Millwall. Poco después de aquella iniciativa el astillero situado al otro lado, Thames Ironworks, decidió crear también el suyo, conocido desde 1920 con el nombre actual de West Ham United.
Así pues dos empresas que rivalizaban por los mismos contratos y que se empleaban en el mismo gremio tenían además sus propios equipos compuestos por algunos de sus asalariados. Una bomba que explotó definitivamente en el año 1926 cuando del lado del Milwall se negaron a solidarizarse con la huelga que habían establecido sus antagonistas.
Desde entonces nada volvió a ser lo mismo. Cada año que pasaba la confrontación iba a mayores, alcanzando su cénit en la década de los 70 y los 80, donde el hooliganismo se había convertido en una fiera incontrolable. Especialmente en el caso del Millwall, que lejos de tener problemas exclusivamente con sus vecinos se enzarzaban con todo aquél que osara contradecirles.
Sus palizas han sido reflejadas en documentales y películas como "The firm" o "The football factory" y las han sufrido aficionados de equipos como el Ipswich Town, el Luton Town, el Arsenal, el Wolverhampton o el Birmingham. Asimismo los "bushwackers" -como así se conocen a los energúmenos que protagonizan estos incidentes- tienen el dudoso honor de haber inventado su propia arma, el Milwall Brick. Una estructura compuesta de una gran cantidad de periódicos doblados que, compacta, ejerce las veces de porra y que incluso puede completarse con un clavo capaz de incrustarse en el destinatario del impacto.
Eso sí, lejos de intentar quitarse el estigma de violentos los aficionados de este equipo (entre los que se encuentran personalidades conocidas como el cantante Morrisey, los actores Daniel Day-Lewis y Gary Oldman o el líder de la ultraderecha finlandesa Timo Soini) alardean de ello cantando: "No one like us, we don't care" (No le gustamos a nadie pero no nos importa).
Con estos precedentes y un último reseñable que se produjo el año pasado cuando los aficionados de los "South Lions" financiaron una avioneta para que sobrevolara el estadio del Wigan con el mensaje "Avran Grant, leyenda del Millwall" tras confirmarse allí el descenso de sus máximos rivales, se llegó al duelo del pasado sábado. Por suerte hubo mucho ruido pero pocas nueces. En un espectáculo poco brillante que terminó con 0-0 y no dejó muy claro quién es el mejor club del sudeste de Londres, lo mejor fue la ausencia de incidentes en las gradas. Que dure.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Nombres del fútbol: Tofik Bahramov
Eso sí, la persona que saldría de boca de casi todos los participantes sería Tofik Bahramov. Quizás así, a palo seco, muchos desconozcáis su historia y el porqué de su fama, que ha llevado a bautizar en su honor el estadio nacional del país (que al mismo tiempo hace las veces de casa del Baku). Pero paciencia, líneas mas abajo daré solución a vuestras dudas.
Nacido en 1925 dentro de los muros de la actual ciudad capitalina, cuando su patria aún pertenecía a la Unión Soviética, comenzó su carrera como futbolista hasta que una grave lesión le obligó a redirigir sus aspiraciones hacia otra rama. Esta no fue otra que la del arbitraje. Como experimento sociológico no deja de ser algo remarcable en el sentido de que no muchos han visto el fútbol desde los dos bandos protagonistas.
El caso es que poco a poco fue evolucionando en su nueva faceta y demostrando que era válido para ella. Solo eso explicaría que fuera designado para componer la delegación arbitral que la FIFA mandó al Mundial de Inglaterra del año 1966. En aquella cita, desde su primera actuación todos presentían ya que no pasaría desapercibido.
La polémica decisión de anular un gol a Suiza contra España en la fase de grupos hizo que algunos empezaran a conocer de su existencia. Sin embargo fue en la final entre Alemania y la anfitriona cuando dio el paso definitivo para entrar en la historia del fútbol, para bien o para mal dependiendo del cristal con el que se mire.
Corría el minuto 11 de la primera parte de la prórroga cuando Hurst controlaba algo forzado un centro puesto desde la derecha por Ball. Tras colocarse el balón en dirección a la portería, su remate algo forzado impactaba en el larguero y posteriormente tocaba el suelo. Ahí es donde entra en juego nuestro protagonista de hoy.
Donde la mayoría de los espectadores, entre los que me incluyo, vieron el balón fuera de la línea, Bahramov vio gol y conforme a su decisión, vigorosamente defendió su argumento ante una manada de enfurecidos jugadores alemanes y ante el propio colegiado principal. Aquél tanto mató el partido que acabaría 4-2 tras anotar Hurst una vez más, consiguiendo de esta forma un hat trick, el único en una final.
Los alemanes, que suelen ser más correctos que la mayoría de los mortales, se cabrearon durante un tiempo pero posteriormente su pragmatismo les hizo ver que no tenía sentido pues nadie iba a darles el trofeo. Los ingleses, por contra, optaron por santificar al azerbaiyano por permitirles ser protagonistas ante sus aficionados.
Hasta tal punto que en torno a su figura, Inglaterra y el país de Europa del Este se hermanaron con una serie de homenajes y recuerdos. De todos el más bochornoso tuvo lugar en la fase de clasificación para el Mundial de 2006, cuando ambos conjuntos se enfrentaron en el único estadio que lleva el nombre de un colegiado.
Una estatua fue descubierta tras un acto en el que estuvo presente Hurst... ¡junto a Blatter y Platini!. Presidente de la FIFA y de la UEFA honrando la memoria de un hombre que alteró de forma negativa e involuntaria la historia del fútbol. Algo cuanto menos bochornoso, una especie de reconocimiento al trabajo mal hecho. Nunca un error fue tan bueno para un árbitro.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
¿Qué ha sido de... la delantera del gran Nantes (I): Nicolas Ouédec?
Los que fueron del debut en Liga de Campeones del Nantes el 13 de septiembre del año 95 al fin de su sueño europeo tras la vuelta de las semifinales contra la Juventus celebrada el 17 de abril del 96. Aquel fue el techo de una plantilla magistral en la que estaban Karembeu y Makelele pero en la que destacaba por encima de los demás el trío ofensivo.
Precisamente a ellos dedicaré esta sección durante las siguientes semanas empezando por Nicolas Ouédec, el único que pasó por nuestra liga. En concreto vistió la camiseta blanquiazul del Espanyol dos temporadas tras llegar precisamente del conjunto francés en el que se labró un nombre.
Sus goles fueron los responsables de que esto así fuera. En franca progresión desde que llegara con 18 años procedente del CS Queven; Ouédec marcó dos goles en cinco partidos durante su primera campaña, siete en 21 durante la segunda, trece en treinta y seis durante la tercera y veinte en treinta y ocho durante la cuarta. En esta última fue coronado además como el top buteur.
Con la sensación inmejorable del trabajo bien hecho, el siguiente ejercicio era el destinado a su confirmación. Y lejos de bajar sus cifras las mantuvo con dieciocho dianas, siendo una pieza clave para que Les Canaris se proclamaran campeones. Por entonces ya había vestido la elástica nacional y estaba llamado a ser un futbolista importante en la Eurocopa de Inglaterra.
Pero, como en muchas carreras, todo lo cambió una grave lesión. Le llegó a mitad de temporada cuando llevaba ya cuatro goles en su debut en Champions. El incidente le impidió viajar a la importante cita selecciones y tuvo que ver en la distancia como su puesto era para otro peculiar futbolista que pasó por nuestro país, el ex deportivista de larga melena Mickael Madar.
Fue entonces cuando probó suerte con los pericos. Dos años que, sin ser malos, distaron mucho de lo que ofreció en sus buenos tiempos con la camiseta del Nantes. Por ello acabó retornando a su país para firmar por el PSG. El tiempo demostró que la decisión no fue la acertada y entre unas cosas y otras, el siguiente verano ya había puesto rumbo al Montpellier.
Con él en sus filas, el club intentó recuperar el trió mágico del Nantes y en el siguiente mercado estival le pusieron junto a él a sus otros dos compañeros de fechorías de los que hablaré en entregas sucesivas. El experimento, como todas las segundas partes, no fue bueno y Ouédec, a sus treinta primaveras, empezó a priorizar otras cosas por encima del ámbito deportivo.
Así aceptó una oferta del RAA La Louvière belga. Su periplo, como era de esperar por su rendimiento inmediatamente anterior, fue breve. El físico no acompañaba al francés, que ya había perdido su magia. Quizás por eso, porque sabía que no podría volver a ser el mismo, se marchó a China. Primero el Dalian Shide y luego el Shandong echaron el telón a su carrera como futbolista. Tras una prueba poco fructífera como entrenador asistente en L'Orvault Sport, hoy se dedica a la gestión hotelera.
martes, 13 de septiembre de 2011
El niño cumple tres años
Puedo afirmar que me siento un padre tremendamente orgulloso en la medida en la que el crío se desarrolla de forma natural acorde a su edad cuando acaba de cumplir tercer aniversario. Por ejemplo, sigue diciendo aquello que piensa en voz alta todos los lunes e incluso ha crecido en descaro hasta el punto que ya no le importa meterse con chavales de complexión fuerte (como hizo con el Arsenal hace un par de semanas).
También sigue conservando esa curiosidad innata que le lleva a plantearse preguntas constantemente y a buscar por sí mismo las respuestas. Por ello cada miércoles sigue indagando sobre aquellos jugadores a los que un día se les perdió la pista y que hoy se encuentran en el ostracismo o en un plano secundario, recorriendo a veces medio mundo para este cometido.
Me agrada saber, lo reconozco, que además de todo ello vaya adquiriendo valores nuevos como el respeto por sus mayores, a los que honra cada viernes. Ha aprendido que para que el fútbol escriba su propia historia hubo otros que tuvieron que hacerla germinar con anterioridad en diferentes campos y de ellos ha querido acordarse los viernes, acercando nombres que aún siguen vivos o que desarrollaron su vida hace ya varios siglos.
Otra cosa positiva es que ha aprendido a compartir con los demás. Lo hizo con la primera edición de los premios "De paradinha", que tuvieron una gran acogida y permitieron dar a conocer a jóvenes valores de la blogosfera que apuntan muy buenas maneras. Me cuenta que aquello le gustó y que intentará repetir en el futuro.
Sin embargo también debo decir que ha adquirido ciertos vicios, el principal de ellos la distracción. Es humano y como tal a veces se dispersa con su entorno y jugando con otros amigos lo que provoca que se olvide de sus obligaciones o que no las desempeñe con tanta calidad como le gustaría. La ventaja es que aprende de sus errores y ha prometido ir corrigiéndolos.
El caso es que poco a poco crece sano y lustroso como lo demuestran las cifras, de las que sois "culpables" aquellos que cada día venís a hacerle carantoñas, a escuchar aquello que quiere contaros. El blog ha recibido 34.106 nuevas visitas, 93 de media al día, que lo han posicionado al borde de las 90.000. Además ha aumentado el número de seguidores de 65 a 81, que han leído los 131 nuevos post con los que se sigue intentando mantener una periodicidad de tres por semana.
Por todo ello solo puedo estaros tremendamente agradecidos a todos vosotros. Agradecimiento que hago extensible de forma personal, como siempre, a mi hermano. Él fue el que me animó a embarcarme en este proyecto cuando intentaba hacer algo y no sabía qué. En estos momentos complicados en los que me encuentro sin trabajo, esta bitácora me permite seguir haciendo lo que más me gusta respondiendo solo ante mí mismo. Una buena forma de desentumecer los dedos y sentirme útil. Bendita terapia.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
¿Qué ha sido de... Márcio Santos?
En aquél mediodía norteamericano de calor axfisiante (según me cuentan personas que pudieron vivir en directo aquella final), donde sobrevivir era más importante que jugar al fútbol, Márcio Santos fue el único brasileño que falló en la primera final en la historia de la competición decidida desde el punto fatídico. Hay que decir en su defensa que el lanzamiento no era malo y que pudo ser más mérito de Pagliuca que demérito suyo. Pero razonar eso con un grupo de compatriotas enfurecidos por la derrota no hubiera sido fácil.
Al final todo salió bien y pudo gozar de una carrera provechosa que por aquél entonces desarrollaba en el Burdeos. A Francia había llegado dos años antes en su primer salto a Europa procedente del Botafogo, donde se había convertido en un interesante defensa de 23 años que había arrancado como profesional en el modesto Novorizontino y posteriormente había pasado por el Internacional de Portoalegre.
Sin embargo, poco duró en territorio bordelés. El mismo año de ese Mundial, que para muchos fue el conquistado con un elenco de menor nivel, firmaba su marcha a la Fiorentina. Solo duró una campaña, no porque no tuviera grandes actuaciones sino porque le contrató el por entonces todopoderoso Ájax.
En Holanda apenas contó con minutos ante la durísima competencia y, como tantos otros jugadores en aquella época, prefirió volver a casa antes de que seguir progresando en el Viejo Continente. Primero dijo "sí" a la propuesta del Atlético Mineiro y posteriormente a las del Sao Paulo (allí paso dos ejercicios) y el Santos, donde ingresó en el 2000 pasada ya la treintena.
Comenzaba por entonces su decadencia y se iban diluyendo los viejos recuerdos. Santos comenzó a deambular por el fútbol modesto intentando mantener al menos la ilusión. Tras pasar por el Gama, pensó en su bienestar económico y se embarcó en una aventura en el Shandong Luneng chino.
Saciada esa necesidad económica sintió de nuevo la saudade y entonces cogió billete de vuelta, esta vez para prestar sus servicios al Paulista. Duró un año, lo que tardó en desplazarse a la modestísima liga boliviana para enfundarse la camiseta del Bolívar. A los seis meses ya no quedaba nada de aquello.
Aún así quiso hacer un último esfuerzo antes de retirarse a pesar de que el organismo le decía que había llegado el momento de colgar las botas. Primero el Joinville de Santa Catarina y luego la Portuguesa Santista pusieron la guinda a una carrera prolífica que pudo haber cambiado radicalmente aquella tórrida mañana de verano.
El viernes estaré fuera de Madrid por lo que "De Paradinha" no se actualizará hasta el próximo lunes.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Top 60: Los mejores fichajes del verano
60. Konstantinos Mitroglou (Atromitos): A pesar de su gran segunda vuelta la pasada campaña como cedido en el Panionios desde el mercado de invierno, Valverde sigue sin contar con él. Por ello el Olympiakos repite fórmula con el delantero de más futuro en Grecia. Esta vez el club afortunado será el Atromitos.
59. Server Djeparov (Al Shabab Riad): Mejor jugador asiático del año 2008, estrella y capitán del emergente combinado uzbeko que finalizó cuarto en la última edición de la Copa Asia; se marcha a la liga saudí tras su paso por Corea. No es el único en esta clasificación que probará suerte en este exótico destino.
58. Santiago "tanque" Silva (Fiorentina): Su edad y las discretas cifras para el Beira Mar y el Energie Cottbus, hasta ahora sus únicas experiencias en Europa, le hacen bajar enteros en la lista. Sin embargo sus dos últimos años en Argentina han sido espectaculares. Habrá que ver ahora si puede o no ser compatible con Gilardino.
57. Jeffren (Sporting de Lisboa): Campeón de Europa sub-21 con la selección española y de todo con el Barcelona, la falta de continuidad le ha animado a probar suerte en Portugal. Su calidad está fuera de toda duda. Ahora le toca demostrar que está llamado a grandes cosas con minutos por delante.
56. Youssef El-Arabi (Al Hilal Riad): Es el otro jugador de este elenco que se va a tierras saudíes. Probablemente ver muy de cerca la pobreza durante su infancia y su adolescencia haya tenido que ver en su decisión, dónde parece que ha primado el dinero por encima de lo deportivo. Una lástima pues las actuaciones que dejó el año pasado en el Caen le hacían apuntar a un grande en un futuro no muy lejano.
55. Joe Cole (Lille): Creo que muchos coincidiereis conmigo si digo que es uno de los fichajes más bizarros de los últimos años. Tras no contar con los minutos que pedía en el Liverpool después de un calvario de lesiones en el Chelsea, llega al campeón de Francia. Recuperar la confianza es su primer reto. Si además eso le sirve para alcanzar el nivel de antaño, el traspaso estará más que rentabilizado.
54. Denis Stracqualursi (Everton): Fichar gratis a un delantero de sus características es a priori uno de los chollos del verano. Sus 20 goles la pasada campaña con Tigre sumados a sus 23 años y su 1,90 de estatura ofrecen ciertas garantías. Además, de momento, progresa cada año. La duda es saber como se adaptará a la Premier. Por ello queda en cuarentena.
53. Goran Pandev (Nápoles): Viendo el panorama que se le avecinaba en el Inter decidió marcharse a última hora rumbo al Nápoles. Allá donde ha jugado ha rendido por lo que no hay motivos para que no suceda lo mismo en su nuevo club, si bien es cierto que tendrá que dar lo mejor de sí para formar parte de un once titular donde la competencia va a ser la nota dominante.
52. Brown Ideye (Dynamo de Kiev): La pareja que formó el año pasado en el Sochaux junto a Modibo Maiga fue deliciosa. Entre los dos, con la inestimable ayuda de Martin, metieron al equipo en Europa. Según parece su marcha se va a notar y mucho. Ahora probará suerte en Ucrania, un territorio que supone un reto en la medida en que no todos están capacitados para triunfar allí.
51. Felipe Caicedo (Lokomotiv de Moscú): Deja nuestra liga uno de los jugadores revelación, el referente absoluto del Levante el pasado ejercicio. Los valencianos han hecho un excelente negocio con él ingresando seis millones y medio en la operación pero habrá que ver si no se resienten con su baja. El Lokomotiv por contra se lleva a un delantero dotado de gran cantidad de recursos. Hay riesgo, sí, pero merece la pena correrlo.
50. Axel Witsel (Benfica): Al fin deja el Standard y lo hace el mismo año en el que también se ha decidido a poner rumbo a Portugal su compañero Defour, que jugará en el Oporto. La liga belga se le quedaba pequeña y poco a poco le había ido convirtiendo en un futbolista indolente. Los aficionados esperan que en Lisboa recupere la cordura y el hambre de sus primeros años. Si lo hace habrá que tenerlo muy en cuenta.
49. Michel Vorm (Swansea): El primero de los cinco porteros de la lista. Procedente del Utrecht, llega a la liga inglesa por algo menos de dos millones de euros. A sus 28 años está en esa edad en la que todo el que se pone bajo los palos empieza a madurar. Si este ciclo normal se cumple, el Swansea tiene guardameta para rato o al menos la garantía de haber hecho una magnífica inversión económica si otro club se lo lleva más adelante. Dará muchos puntos a los suyos.
48. Andrea Pirlo (Juventus): La multitud de lesiones que ha sufrido esta campaña a sus 32 años hacen que su rendimiento sea a día de hoy una incógnita, motivo para bajar enteros. Por el bien del fútbol todos deseamos que no le queden secuelas y podamos verle en su máximo esplendor durante su nueva etapa en Turín. Poco se puede decir de su figura. Cuando tiene el balón, lo mejor es pararse y esperar a que sabiamente decida que hacer con él.
47. Guillermo Ochoa (Ajaccio): Otro fichaje estrambótico de este mercado. Veranos y veranos esperando su salto a un grande de Europa y al final se va a un recién ascendido a la Ligue 1. Independientemente de su decisión, acertada o no, lo que es indudable es que el guardameta mexicano tiene tiempo de seguir mejorando aún más y esta experiencia puede ser su trampolín.
46. Mehdi Carcela-González (Anzhí): A rey muerto, rey puesto. Una lesión nada más llegar a Rusia le impide a Dzsudzsak estar en la lista pero eso no significa que no pueda entrar su sustituto. Con 22 años recién cumplidos deja el Standard de Lieja rumbo a la tierra prometida para obsequiar allí con su clase a los aficionados.
45. Tim Matavz (PSV): Los buenos jugadores de la Eredivisie tienen, por lo menos, que estar en los mejores equipos de la liga. Y a día de hoy el punta esloveno, junto con otro jugador que aparecerá más adelante, es el mejor futbolista en el país fuera de los cinco importantes (el Feeyenord cada vez menos). Convertido en el sustento del sorprendente Groningen los dos últimos ejercicios, en Eindhoven hacía falta alguien de sus características que finalice en el plano ofensivo.
44. Dimitri Payet (Lille): Arrancó la temporada pasada como un tiro pero poco a poco se fue diluyendo como el resto de sus compañeros del Saint-Étienne. Ahora llega por fin a un equipo competitivo donde la regularidad le va a venir exigida casi por sistema. Si de verdad quiere llegar a ser alguien deberá pasar con nota el exámen.
43. Taye Taiwo (Milán): Su fichaje a coste cero fue uno de los primeros que realizaron los rossoneri. Y no es para menos. Contar con sus servicios supone poder alinear a uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. Potencia, velocidad y un magnífico golpeo a puerta son sus argumentos.
42. André Schürrle (Bayer Leverkusen): El equipo de las aspirinas ha desembolsado ocho millones de euros por traerse del Mainz 05 a una de las revelaciones de la Bundesliga. Capaz de marcar y asistir, se ha ido haciendo un sitio en las convocatorias de Low y todo apunta a que por él pasa el relevo generacional en la delantera del combinado nacional.
41. Sergio Romero (Sampdoria): Llamativo lo del defensor del marco albiceleste. Muchos equipos competitivos presentan importantes carencias bajo los palos y sin embargo ninguno ha pujado fuerte por él. Así pues se va a segunda para ser cabeza de ratón y pelear por el ascenso de un histórico.
40. Björn Vleminckx (Brujas): Es el otro jugador al que hacía mención cuando hablaba de Matavz como el mejor en la Eredivisie fuera de los cinco grandes. Entiendo que muchos me digáis que por lógica el ex del NEC debería estar más abajo pero me agarro a un argumento para resistirme a ello. Este no es otro que mi convicción de que en una competición como la belga tener un jugador que destaque por encima de los demás puede ser suficiente para pelear e incluso conquistar el título. Con él, su nuevo club da un salto de calidad que no han dado los demás.
39. Yossi Benayoun (Arsenal): La imagen que dio su compra resultó bochornosa. Quizás no fuera así pero la conclusión que yo saco es que se intentó fichar en primer lugar a Arteta y como el Everton dijo que no, se firmó al israelí. Luego en Liverpool dieron el sí y al final casi de rebote llegan los dos. Se muda de barrio con 31 años y una temporada casi en blanco. Al menos aportará experiencia y algún detalle de clase.
38. Mikel Arteta (Arsenal): El español es muy bueno y lleva años tirando del maltrecho carro de David Moyes. Pero por mucho que la gente se empeñe, nadie va a conseguir vendérmelo como el sustituto de Cesc. Creo que le gana en carácter pero por lo demás no está a la altura. Puede ser un parche de última hora hasta que el próximo periodo de transferencias ofrezca algo mejor pero no creo que llegue a convertirse en ídolo del Emirates.
37. Santi Cazorla (Málaga): No podía faltar en esta clasificación un representante del nuevo rico del fútbol español. El jeque ha invertido mucho dinero en remodelar su nuevo juguete usando como pieza clave al internacional español. La importancia de un futbolista se aprecia por lo que queda a sus espaldas cuando se va. Y a día de hoy el Villarreal es un poco menos Villarreal sin él.
36. Christian Träsch (Wolfsburgo): Mucho dinero ha pagado Félix Magath por este joven mediocentro que el año pasado solo se perdió once minutos de Bundesliga en toda la temporada. El Stuttgart necesitaba dinero para remodelar el equipo y él ha sido el sacrificado. Internacional absoluto, es capaz de abarcar todo el centro del campo con su colocación y su presencia. Se prodiga poco en ataque aunque tiene un buen golpeo desde la media luna.
35. Nuri Sahin (Real Madrid): Tiene futuro, tiene clase y calidad. Lo único que le falta para ser un fuera de serie es ser regular. Fue el más joven en debutar en la Bundesliga pero tuvo que irse a crecer a Holanda. Volvió, fue progresando y el año pasado se convirtió en el mejor jugador de Alemania. Sin embargo no ha pisado un terreno de juego desde que comenzara a encadenar lesiones a partir del mes de abril. Muchos temen un nuevo caso Woodgate. El Madrid de momento pide paciencia. Sabiamente.
34. Domenico Criscito (Zenit): En el Génova ha demostrado ser uno de los mejores defensas de Italia. De hecho sus actuaciones le han llevado a vestir la elástica nacional. Pero en su debe queda el no haber jugado aún en un grande para conocer su verdadero potencial. En el Zenit disputará la Champions y tendrá que batirse el cobre en un fútbol rudo. Si supera la prueba habrá que empezar a tratarle de usted.
33. Theo Janssen (Ajax): Más que reseñable lo del ex jugador del Twente. Recién llegado este verano le ha echado bemoles aceptando el dorsal número 19 de Luis Suárez y enfundándose el brazalete de capitán. Eso es entrar por la puerta grande en un club y lo demás tonterías. Su carácter le vendrá muy bien a una plantilla como siempre repleta de jóvenes.
32. Diego Forlán (Inter): Difícil vaticinar con qué versión del uruguayo nos vamos a encontrar. ¿Será el que juega con la celeste?. ¿Será el que ha hecho una temporada más bien gris en el Atlético?. Preguntas que solo se podrán responder con el tiempo y que de momento le dejan en una posición discreta a falta de una base para poder sacar conclusiones
31. Egidio Arévalo Ríos (Tijuana): Desde mi modesto punto de vista uno de los jugadores más infravalorados del fútbol Mundial. Es probablemente el precio que tiene que pagar por haber renunciado a probar suerte en el Viejo Continente a lo largo de su carrera. Viaja de Brasil a México con una Copa América bajo el brazo. Uruguay es en gran parte lo que es hoy gracias a su silenciosa y poco vistosa aportación.
30. Peter Crouch (Stoke City): Le tachan de lento, le tachan de torpe, también de fallón, pero al final siempre acaba haciendo cifras goleadoras más que dignas. Seguro que muchos pensáis que no debería estar tan arriba o que incluso debería haberse quedado fuera. Quizás tengáis razón. Pero creo que Crouch y el Stoke, con su fútbol de colgar balones al área, estaban condenados a encontrarse. Opino que el binomio funcionará, por eso escala tantas posiciones.
29. Sebastian Giovinco (Parma): En realidad no cambia de equipo pero técnicamente es un traspaso porque el Parma ha desembolsado este año tres millones de euros después disfrutarle como cedido la temporada pasada. ¡Tres millones de euros!. Sin duda una cifra irrisoria por uno de los futbolistas con más calidad de los aparecidos en los últimos años en el Calcio. No es de extrañar que en unas temporadas haya triplicado o multiplicado por mucho más su valor.
28. Raul Meireles (Chelsea): Con él se abre el bloque dedicado a los movimientos estivales del Liverpool. El que probablemente fuera el jugador más regular de los "reds" la pasada campaña, uno de los pocos salvables en el annus horribilis, pidió un transfer request a última hora para escuchar los cantos de sirena que le hizo Vilas Boas (en esta lista no entran entrenadores, si no estaría muy arriba). Para mi gusto una decisión insensata y arriesgada de su ya anterior club, que pierde un elemento importante de su armazón en el centro del campo.
27. Stewart Downing (Liverpool): Hay algo que lamentar en la carrera de Downing y es que no se decidiera a salir antes del Middlesbrough. Hoy es bueno pero si hubiera tomado la decisión antes podría haber sido aún mejor. Sin embargo ya no hay tiempo para mirar atrás. Tras ser de lo poco potable en el lamentable Aston Villa del pasado curso, llega a Liverpool para seguir creciendo. Nunca es tarde del todo.
26. Charlie Adam (Liverpool): Cuando parecía que su traspaso estaba cerrado el pasado invierno, el Blackpool se echó para atrás argumentando desde la lógica más aplastante que deshacerse de él supondría descender a segunda. Al final Adam se quedó y su club bajó, pero no fue desde luego por su culpa. Metía los goles, repartía la asistencias y mantenía a todo el equipo en tensión. Muchos en Inglaterra se lamentan de que haya nacido en la isla de al lado.
25. Maarten Stekelemburg (Roma): Le ha costado años y años pero al fin la Roma ficha un buen portero. Después de ver circular por el Olímpico a tipos de lo más insulso, el dinero le da al César lo que es del César. Un buen equipo comienza a construirse desde atrás empezando por el meta y acabando por el delantero...
24. Miralem Pjanic (Roma): ... sin olvidar a alguien que se dedique a crear juego. Por eso llega este centrocampista bosnio procedente del Lyon. Durante su estancia en el club francés Claude Puel conducía un 600 y presumía de tener un Ferrari en su garaje. Allí, encerrado y sólo saliendo para dar algún paseíto de diez minutos los fines de semana, su motor se ha ido oxidando para escarnio de los vecinos. Por suerte un coleccionista ha llegado en su rescate. La duda es saber si podrá dejarlo tan lustroso como antaño.
23. Per Mertesacker (Arsenal): Es un central excelente como demuestra el hecho de que haya sido titular indiscutible del combinado alemán en los últimos años. Pero no creo que sea el perfil que necesita el Arsenal. Va fenomenal por alto pero es más bien lento. Un mal hábito que comparte con Koscielny y Vermaelen, los que a priori formarán como centrales a su lado.
22. Phil Jones (Manchester United): Una de las dos inversiones arriesgadas del Manchester United en este mercado. Veinte millones de euros por un central de 19 años del que se espera sea capaz de suplir a Ferdinand cuando este ya no esté (cualidades tiene para ello). Por Vidic se pagaron en su día diez y el experimento no pudo salir mejor. Lo de Jones es como jugar al póker con las cartas marcadas. Salvo sorpresa ganarás. Y si no, siempre puedes tirar de billetera cuando te quedes sin nada.
21. Gervinho (Arsenal): Una de las pocas cosas buenas, desde mi punto vista, que ha hecho el Arsenal este verano. Bien es cierto que su comienzo no pudo ser más decepcionante, recibiendo calurosamente la bienvenida a la Premier que le ofreció Joey Barton y ganándose por ello tres partidos de sanción. Pero dejó detalles de su clase, de su velocidad y de su verticalidad. Inglaterra se adapta a su juego y si no se contagia de la histeria colectiva que está llamada a dominar el Emirates, puede ser una grata confirmación, que no sorpresa.
20. Blaise Matuidi (PSG): Empezaba a ser deprimente ver a un futbolista con tan buena pinta perderse en la tibieza del Saint-Étienne. Desde que llegara allí con 20 años procedente del Troyes lo ha jugado casi todo y siempre a un altísimo nivel. Se ha convertido en capitán, en internacional, en uno de los mejores centrocampistas defensivos de la liga y en objeto de deseo de muchos grandes. Al final, aunque le ha costado, ha salido rumbo a un nuevo rico. Será fundamental en el once.
19. David De Gea (Manchester United): Un caso parecido al de Jones pero más comprometido aún. Tras estar varios años resguardado bajo el paraguas de Van Der Saar, la veteranía ha dado paso a la juventud y la responsabilidad de un puesto esencial recae directamente en las manos de un chico de 20 años. Bueno, muy bueno, pero de 20 años. Ha empezado nervioso y por suerte sus errores se han enmascarado con la impresionante pegada de los hombres de Ferguson. El español está obligado a crecer de forma prematura. Y no todos lo consiguen.
18. Scott Parker (Tottenham): Es sorprendente que su caso solo se solucionara en el último aliento del mercado y con un transfer request de por medio. De hecho comenzó la temporada jugando en segunda con el West Ham pero por su bien y por el de la Premier, finalmente el Tottenham le ha devuelto al sitio del que nunca debió irse. Nombrado mejor jugador del año por la prensa y contando con la confianza de Capello, podrá seguir mostrando su buen hacer en el mejor escaparate posible.
17. Samir Nasri (Manchester City): Dicen que a los buenos jugadores siempre se les encuentra sitio, afirmación ésta que choca con la realidad de que en el campo solo puede haber once jugadores de cada equipo. Si el francés juega, otro compañero igual de bueno se quedará en el banquillo. Y si no, pagar por él 28 millones de euros habrá resultado ruinoso. Hay una tercera opción y es que todos se repartan los minutos, lo que ocasionará que ninguno esté contento. ¡Qué dura es la vida del entrenador!
16. Adil Rami (Valencia): El conjunto che estuvo rápido para hacerse por solo seis millones de euros con los servicios de uno de los mejores jugadores del campeonato galo. Con él, una de las líneas más flojas de su nuevo club da un salto de calidad estratosférico. Velocidad, anticipación, remate, fuerza... difícil encontrar algo mejor en el mercado.
15. Derk Boerrigter (Ajax): Toda clasificación debe tener una apuesta arriesgada, un nombre que nadie se espera y que aparece por sorpresa en los puestos de honor. Mi elección es este portentoso futbolista que llega de jugar en segunda división con el RKC Waalwijk. Salió de las categorías inferiores del club siendo imberbe y regresa hecho un hombre con solo 24 años. Un pelotero de banda que mide 1,87 y se maneja con el balón en los pies como si midiera 1,60, capaz de poner precisos centros y de estar en el lugar adecuado para finalizar las jugadas. La experiencia nos dice que, por norma general, el Ajax suele acertar con los fichajes. Parece que esta vez se repetirá la costumbre.
14. Kevin Gameiro (PSG): Lo realmente bueno de este delantero es que es capaz de mejorar sus cifras a cada año que pasa por lo que su progresión a día de hoy no tiene límites, y más teniendo en cuenta que lleva cuatro goles en seis partidos con los parisinos. Su gesto de dejar al Valencia tirado cuando todo estaba cerrado fue lamentable pero al final esos desplantes acaban olvidándose y lo que queda es siempre el jugador.
13. Bryan Ruiz (Fulham): Una de esas transacciones paranormales que se dan de vez en cuando. Un futbolista codiciado por muchos de los grandes de Europa que se marcha de repente a un club de nivel medio-bajo sin ninguna explicación aparente. Si el Fulham fue capaz de llevárselo el último día del mercado por 12 millones de euros solo hay dos explicaciones: O que el Twente se subió a la parra con el precio todo el verano y tuvo que venderlo a última hora por petición del interesado o que los equipos importantes tienen un problema serio en sus secretarías técnicas.
12. Ashley Young (Manchester United): Hubo un día en que el habilidoso extremo sonreía y con él todo el Aston Villa en bloque. Eran tiempos de bonanza, de vacas gordas gracias a una generación llamada a comerse el mundo. Sin embargo, sin saber muy bien cómo, todo aquello se fue desdibujando y en la misma medida el rostro alegre de Young. Dieciocho millones de euros y el buen hacer de Ferguson han vuelto a despertar en él un espíritu competitivo que parecía perdido. Vuelve a trotar alegre para disfrute de Old Trafford.
11. Aléxis Sánchez (Barcelona): El "niño maravilla" llega por fin a un grande tras sus magníficas actuaciones en el Udinese, que le valieron para ser nombrado mejor jugador del Calcio por la "Gazzetta dello Sport". Con características que son capaces de adaptarse a ese complejo y perfecto engranaje que es hoy el juego del Barcelona, el único pero es que su traspaso puede cerrarle ligeramente las puertas a Pedro. Por eso, porque no era 100% necesario, desciende ligeramente.
10. Fabio Coentrao (Real Madrid): Cuando el Madrid pagó por él 30 millones de euros ni yo mismo esperaba que pudiera estar entre los diez primeros pero la polivalencia es algo que para mi gusto cotiza alto. Rinde donde le pongan y eso, en un fútbol tan especializado como el que tenemos hoy en día, es una auténtica joya. Si es capaz de ofrecer con regularidad lo que de momento ha anticipado, acabará conquistando a la grada.
9. Gokhan Inler (Nápoles): Muy bueno tiene que ser un jugador para que un club pague por él casi 18 millones de euros con 27 años. En el caso de Inler la inversión se da por bien hecha. Barre el centro del campo como nadie en un territorio hostil como Italia y encima es capaz de jugar casi todos los minutos de este exigente campeonato. El Nápoles necesitaba un hombre como él para seguir creciendo.
8. Javier Pastore (PSG): El Palermo quería vender. El centrocampista estaba dispuesto a irse. Y al final los equipos importantes ladraban pero no terminaban de morder. Por ello llegaron los franceses con el dinero fresco y se lo llevaron para sorpresa del respetable. Muchos, que a buen seguro querían esperarse un año para pujar por él, se habrán quedado con cara de tontos al ver como se aleja un joven con desparpajo que representa la elegancia personificada y además tiene aspecto de no haber roto un plato. Así aprenderán para la próxima vez que con los nuevos ricos no se juega.
7. Arturo Vidal (Juventus): Llevárselo por diez millones y medio de euros debería estar penalizado como robo a gran escala. A día de hoy él era el Bayer Leverkusen. Posicionado en el mediocentro, participó en 21 de los 64 goles de su equipo en la Bundesliga, bien como anotador o bien como asistente. Y en esta estadística no cuentan los que evitó ni los balones que robó. En la Juventus se hacen las cosas bien de nuevo.
6. Juan Mata (Chelsea): Pequeño, silencioso, es como las hormiguitas. Juega sin hacer ruido, pasito a pasito. Y así es como ha ido haciéndose grande. Primero a la sombra de Villa y Silva y la pasada campaña como estandarte indiscutible del Valencia. Por ello en Londres han decidido no esperar más y tirar de talonario. Está más que capacitado para triunfar en Inglaterra aunque ese día a muchos les pille de sorpresa por no haberse fijado casi en él.
5. Romelu Lukaku (Chelsea): Casi todos daban por sentado que el día que faltara Drogba ahí tendría que estar el belga para coger el testigo y ocupar su lugar. Y la profecía se ha cumplido. Cuando el marfileño ha comenzado a dar señales de bajón, llega una de las mayores perlas del fútbol europeo para adquirir los últimos granos de sabiduría que pueda destilar su predecesor. El destino, que en ocasiones puede ser morboso, le hizo debutar el mismo día en el que el africano abandonaba el terreno de juego en camilla camino del hospital. Ahora él tiene que ser protagonista.
4. Samuel Eto'o (Anzhí): No es el motivo deportivo, que también, lo que me hace darle tanta importancia al fichaje del camerunés. A fin de cuentas ha ganado todo lo que tenía que ganar y a sus 30 años el dinero puede darle la felicidad. En este caso hay que mirar un poco más allá. Su trascendencia es debido a que nos encontramos ante un cambio de régimen en el que los ricos de ligas menos competitivas son capaces de quitarle sus estrellas a los grandes. Este es el primer caso pero puede que en un futuro no muy lejano vivamos alguno más. Además es la confirmación de que se está creando un proyecto importante en Chechenia y de que el campeonato ruso pide paso a gritos.
3. Radamel Falcao (Atlético de Madrid): Que no entienda todo lo que rodea a su fichaje no significa que no merezca estar en el podium. No comprendo a los colchoneros, que deciden gastarse de golpe todo lo ingresado por Agüero pasando olímpicamente de la preocupante situación económica del club. Tampoco la decisión del jugador que prefiere irse a un equipo destacado en lugar de esperar, jugar la presente edición de la Champions, y fichar por un grande (que ningún aficionado Atlético se ofenda, la realidad es que a día de hoy el equipo no está a la altura del Manchester, el Barcelona o el Chelsea). Por lo demás, es una contratación majestuosa que implica traer al Manzanares a un hombre que lleva el gol en las venas y que probablemente sea el mejor rematador de cabeza del planeta.
2. Kun Agüero (Manchester City): No va a ser el número uno de la lista pero se lleva el premio honorífico de ser el "culebrón del verano". La forma de despedirse de la que ha sido su afición rozó lo grotesco tanto en el fondo como en las formas. Todo lo que ha rodeado a su venta ha ido en la misma línea. Pero lo que queda es el final. Y éste no es otro que él vestido con los colores del Manchester City. Sus primeros partidos en Inglaterra han sido espectaculares y con su única presencia el equipo parece haber metido una marcha más como por arte de magia. Esa sensación de confianza e imbatilidad que se respira desde su llegada hace creer que ya es la Osa Mayor que necesitaba el firmamento Citizen.
1. Cesc Fábregas (Barcelona): Era el deseado, el esperado, el hijo pródigo. Se ha removido cielo y tierra para devolverle a la que fue su casa. Horas y horas de negociaciones que al final, tras mucho sufrimiento, han llegado a buen puerto. A pesar de llevar ocho años alejado de Barcelona da la sensación de que nunca se ha ido, de que en la distancia vigilaba todos y cada uno de los movimientos de sus "nuevos" compañeros para que al volver a jugar junto a ellos otra vez como cuando eran pequeños fuera todo tan natural como la vida misma. Dije en su día que Cesc era espléndido pero que no era un líder nato. Eso es lo que se le ha pedido estos últimos años en el Arsenal y se le notaba que no disfrutaba tanto como estábamos acostumbrados. Hoy, ya sin presión, vuelve a ser cien por cien feliz.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Nombres del fútbol: Spyros Louis
Como hablaba el otro día de perchas, ésta es la perfecta para acercaros hoy la figura de Spyros Louis, toda una leyenda de este deporte cuya relación con el fútbol viene dada porque es su nombre el que bautiza el estadio olímpico de Atenas, donde actualmente juegan sus partidos el Panathinaikos y el AEK.
Un homenaje de la capital ateniense a una ilustre figura nacida entre sus muros, concretamente en el barrio de Marousi en el año 1873. Hijo de un vendedor de agua, Louis se dedicó a ayudar a su padre con el transporte en el paupérrimo negocio familiar, que les permitía vivir de forma apurada. Así pues, kilómetros y kilómetros día a día con el agua a cuestas a lo largo y ancho de la ciudad del Partenón.
Con tanto movimiento, evidentemente gozaba de una forma física estupenda a la que decidió dar una vuelta de tuerca con un reciclaje profesional, si es que se podía hablar de profesionalismo deportivo en aquella época. Sucedió cuando, con motivo de la creación de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna a celebrar en Grecia en 1894, se pensó en introducir una prueba hasta entonces inédita llamada marathon.
Por tener connotaciones históricas para el país, ya que con ella se honraba la gesta de Filípides, los helenos se centraron en lograr el oro. De ahí que hicieran unos "trials" al más puro estilo estadounidense en busca de los talentos que pudieran hacer el mejor papel posible. Estos fueron organizados por el coronel Papadiamantopoulos, el encargado de convencer a Louis para que participara en la previa.
El papel de éste fue discreto (finalizó quinto en su serie) pero suficiente para formar parte de la expedición de trece atletas, a los que se unían cuatro de otros países. Así pues la superioridad local era aplastante en cuanto a cantidad. No en cambio en cuanto a calidad pues los foráneos venían con ganas de dar guerra.
De hecho, el día de la prueba, fue el francés Lermusiaux el que tomó la delantera al comienzo. Mientras este se encaminaba decidido a la meta, Louis hacía parada en una taberna local para avituallarse muy seguro de sí mismo. Finalmente el galo se desfondó y pasó a liderar la prueba el australiano Edwin Flack, que se había proclamado con anterioridad campeón de 800 y 1.500.
Con Spyros pisándole los talones, Flack corrió (nunca mejor dicho) la misma suerte que Lermusiaux, dejando líder al griego para orgullo de todos los aficionados, que le aclamaban cuando entró en solitario en el estadio. Sus últimos metros fueron gloriosos, con dos de los hijos del rey acompañándole en los metros finales.
Por detrás de él llegaron otros dos griegos, aunque solo uno recibiría medalla pues el tercero, Spiridon Belokas, fue acusado a posteriori de haber sido transportado en carruaje durante la prueba. La gloria fue toda para Louis, al que Jorge I le prometió concederle lo que el más deseara por su gesta.
El ganador, hombre de gusto sencillos, pidió un carro con el que aliviar su trabajo como aguador. Con el retornó a su localidad natal y poco más se supo hasta que en el año 1926 fue encarcelado acusado de falsificar documentos militares. Pasado ese mal trago, su ultima aparición pública tuvo lugar durante los Juegos Olímpicos de 1936, donde Hitler le reclutó como invitado de honor. Acabaría falleciendo en 1940.