Inscribir tu nombre en la historia de un club como el Inter justo por encima del mito Giuseppe Bergomi es ya de por sí algo para sentirse orgulloso. Nuestro protagonista de hoy lo hizo, convirtiéndose en el segundo futbolista más joven en debutar con la elástica neroazzurra solo por detrás de Goran Slavkovski. El sueco, jugador actual del FK Makedonija y antes del Limhamm Bunkeflo, el Bochum y el Sheffield United; lo consiguió una campaña antes. Como se ve, ninguno será recordado por nada más que eso en el Giuseppe Meazza.
Nacido en Bruselas, su formación arrancó en la cantera del Anderlecht antes de desplazarse a otra más prometedora como es la del PSV. Fue allí donde llamó la atención de Inter de Milán, que apenas tuvo que pagar los derechos de formación para hacerse con sus servicios. Al final lo barato salió caro. Más allá de aquellos minutos que le permitieron entrar en los anales, poco aportó.
Eso sí, fue suficiente para que se creara un conflicto de intereses a nivel de selecciones. Internacional sub-21 por su Bélgica natal, cambió de opinión sobre la marcha agarrándose a sus raíces. Desde entonces representaría a Marruecos, si bien solo lo ha hecho hasta el momento en las inferiores sin disfrutar aún de una convocatoria con la absoluta.
Volvamos al segundo párrafo. Eclipsado su talento en el Inter por la competencia, fue prestado al Twente. Le pidió Fred Rutten, que le conocía de sus tiempos en Eindhoven. Sin embargo el técnico no tardó mucho en marcharse al Schalke y le dejó allí plantado. Ausente su valedor, el protagonismo de este centrocampista brilló por su ausencia. Volvió a Italia, esta vez para enrolarse en el Vicenza.
Los problemas físicos y la falta de confianza hicieron que con el tiempo ambas partes decidieran romper su vínculo. Libre, fichó por el Bellinzona suizo en el que se antojaba como el primer paso atrás de su carrera. Las sospechas se confirmaron cuando a esa etapa le siguió otra en el Maastricht, del segundo escalón holandés.
Desencantado con la experiencia en el Viejo Continente se mudó a otro, en este caso el africano. Consciente de que en su país de acogida tenía cierto cartel, aceptó probar suerte en el Wydad Casablanca, campeón de la liga local. Firmó por dos años pero apenas aguantó unos meses antes de volver al paro. de nuevo.
Para rescatarle de esa situación apareció el Eupen y poco después el RC Mechelen. En ninguno de ellos logró demostrar aquello que algún día le convirtió en un joven prometedor. Asumió entonces que los días de vino y rosas habían pasado. Tocaba asumir que el dinero era ya más importante que el prestigio y se trasladó hasta el Damash Gilan iraní. Fue un camino de ida y vuelta pues retornaría a Bélgica para echar las tardes en el Saint Gillise. Actualmente ha retornado a Marruecos y defiende los colores del MAS Fes.
Esta sección estará parada durante la Copa del Mundo para dejar lugar a otro tipo de artículos. Cuando termine la cita, continuará la dinámica habitual. Disculpad las molestias.
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